Se publica hoy el capítulo IX del libro El toro y su entorno, por parte de José Luis lópez. En este apartado se refiere a la casta Vistahermosa, de la pa que proceden muchos toros que se lidian en la actualidad en los ruedos españoles.

 IX.-CASTA FUNDACIONAL VISTAHERMOSA

De todas las castas fundacionales, la andaluza debe de ocupar el primer puesto en la consideración de razas, por presentar un prototipo de toro de lidia, noble y bravo, y con la alegría y vivacidad necesarias, características imprescindibles, que lo llevan a ser el alma de la fiesta.

Y de las andaluzas, la Casta Fundacional Vistahermosa, es la más importante, no en vano proceden de ella el 95% de las ganaderías actuales.

Se puede asegurar que el tipo de toro de lidia andaluz, fue fijado por su fundador, Pedro Luis de Ulloa, primer Conde de Vistahermosa, natural de Utrera (Sevilla), que cuido sus reses con esmero y no las mezclo con ninguna otra sangre. Ayudado por los mejores conocedores de su época, entre los que destaco el llamado Pedro El Rubio, selecciono y mejoro el ganado, haciendo rigurosas tientas por acoso, de machos y hembras.

Pedro Luis de Ulloa, adquirió la ganadería a los hermanos Rivas, de Dos Hermanas (Sevilla), cuyo origen era desconocido. Al fallecer, en 1.776, la heredo su hijo, Benito Ulloa, segundo Conde de Vistahermosa, que siguió los pasos de su padre, y en varios años consiguió poner la ganadería a la cabeza de las mejores.

En 1.800, muere Benito Ulloa y la ganadería pasa a su hermano Pedro Luis, que al fallecer se la deja a su hermana Luisa Ulloa, que en 1.823 hace cinco partes y los vende a Juan Domínguez “El Barbero de Utrera”, Salvador Varea, Francisco Giraldez, A. Melgarejo y Fernando Freire.

 CONDE DE VISTAHERMOSA

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J. DOMINGUEZ S. VAREA F. GIRALDEZ A. MELGAREJO F. FREIRE
BARBERO DE UTRERA

De estas cinco partes en que se dividió la ganadería de Luisa Ulloa, solo dos, la del Barbero de Utrera y la de Salvador Varea, han llegado puras a nuestros días. La de Francisco Giraldez, se cruzo con reses de casta Vazqueña, dando origen a la creación del encaste Hidalgo Barquero y las de Melgarejo y Freire, acabaron extinguiéndose.

Los toros condesos, terciados y de poco peso, tenían fama de conservar su bravura durante toda la lidia, de gran poder en las acometidas y de recargar en las suertes, creciéndose al castigo.

Presentaban capas generalmente negras, aunque también aparecían las cárdenas, coloradas y castañas. Es posible que Pedro Luis de Ulloa, primer Conde de Vistahermosa, no alcanzara a imaginar la influencia que, después de transcurrir más de 200 años, iba a tener la casta que el creo. Vistahermosa, desde su fundación ha tenido una influencia fundamental en el desarrollo del campo bravo español, hasta el punto de constituir la base de la inmensa mayoría de las ganaderías bravas actuales.

El toro de La Quinta, de Álvaro Martínez Conradi, ejemplo del encaste Santa Coloma, uno de los procedentes de la Casta Fundacional Vistahermosa.

Entre los encastes que hoy perduran, y que se anuncian en las más importantes ferias del planeta taurino, podemos ver los de Saltillo, Santa Coloma, Conde de la Corte, Murube, Marques de Albaserrada, Gamero-Cívico, Atanasio, Domecq, Núñez y Torrestrella.

La casta Vistahermosa también tuvo influencia en la creación
de otros encastes, como el de Hidalgo Barquero y el de Vega- Villar, que se fundaron con ganado de ascendencia Vistahermosa, que se cruzaron con ejemplares de la casta Vazqueña.

Pero ¿que es el encaste?, ¿Qué entendemos por encaste?, pues entendemos como encaste en el toro de lidia, al conjunto de animales de una o más ganaderías, que teniendo un mismo origen genético, poseen unas características zootécnicas y de comportamiento comunes, que lo diferencian de los demás, de forma que constituyen una agrupación racial.

Esto lo explican más extensamente y con una claridad meridiana, Fernando Carrasco Lancho y Miguel Criado Garrido, en su libro “El Toro de Lidia, encastes y ganaderías”.

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