Carlos Crivell.- De forma cíclica se ponen de moda en la Fiesta algunos muletazos o formas de torear cuando ya parecían olvidadas. Pasó con las manoletinas, que de estar en el limbo ahora se prodigan en exceso. No hay chaval de una Escuela que no acabe su faena por manoletinas o bernadinas. Ahora se está prodigando de nuevo el toreo de rodillas. En esta misma temporada he presenciado muletazos de rodillas muy templados por parte de Padilla, El Fandi, Cayetano. Talavante y Fortes.

El toreo de rodillas no ha tenido nunca buena fama en el toreo. El crítico Corrochano pidió que se prohibiera torear de rodillas. Siempre se ha considerado que, además de ser algo pueblerino, el torero quería ganar unas palmas añadidas para conseguir más trofeos en sus faenas. En tiempos pasados, muchos toreros comenzaban sus faenas de hinojos o las finalizaban de la misma forma. Se comentó que era propio de toreros tremendistas, pero la realidad es que matadores como Pepe Luis Vázquez o Antonio Ordóñez llegaron a torear de rodillas, sobre todo al inicio de las faenas y generalmente en muletazos por alto. Ahora se ha llegado a un punto más lejos. Se torea al natural o con la derecha con las dos rodillas sobre el albero. También se reciben los toros para torear con el capote hincado de rodillas.

Y algunos matadores han logrado un temple insospechado al instrumentar los muletazos. Incluso se atreven a rematar las tandas con las arrucinas en una acción inverosímil que provoca la admiración del tendido. Esta forma de torear se suma a otras facetas como los cambiados por la espalda, las pedresinas, las luquesinas, las mencionadas manoletinas, que en definitiva han llegado a las plazas porque en estos tiempos con el toreo fundamental con la izquierda y la derecha es bastante complicado conseguir emocionar a los espectadores, entre otras cosas porque para que llegue esa emoción hay que torear muy bien y eso está ahora al alcance de muy pocos espadas.

En la fiesta estamos viviendo momentos del ‘más difícil todavía’, de forma que aparecen actitudes de alto riesgo para captar la atención de las plazas. Si no se consigue con el toreo puro, se intenta con otras formas. Lo que me preocupa es que en breve todos los muchachos de las Escuelas van a estar toreando de rodillas. Las modas que asumen las figuras llegan pronto a quienes está en edad de aprender. Me gustaría más que aprendieran naturalidad y torería.

A %d blogueros les gusta esto: