En la entrega de premios de Aula Taurina, Morante de la Puebla hizo unas declaraciones que fueron publicadas en El Mundo. Transcribimos esta entrevista por su interés.

La afición debe estará gradecida porque no me he ido del todo

No me gusta la televisión actual en las corridas de toros

No estoy a favor de la farándula

Si toreo más de 30 corridas me tendría que meter en muchos berenjenales

Hay mucho tancredismo en la Fiesta

Carlos Crivell.– Acude a una entrega de premios vestido de forma casi convencional. Chaqueta gris azulada, corbata naranja y pantalones rojos. Tan convencional que ahora solo luce unas enormes patillas, casi barbas, pero que respetan la barbilla. Le acompaña Pepe Luis. Atiende a todos; más que a nadie a un grupo de chavales de la Escuela Taurina de Sevilla que buscan la foto con el maestro. José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, abrió el fuego de su palabra en el agradecimiento. Habían leído los motivos por los que recibía el trofeo ‘a la mejor lección taurina’ de la pasada Feria de Abril. “Os lo agradezco. Habéis entendido bien mi mensaje y mi manera de estar en la plaza”. Y habló de torería, “que es lo que distingue al toreo de cualquier otro arte”.

En la conversación posterior se le preguntó por este tiempo sin torear en público; por una primavera sin Sevilla en el horizonte. “Este tiempo sin torear, ahora cuando se acerca el Domingo de Resurrección, es para pensar y me hace dudar mucho de mí y de hasta dónde quiero llegar. Estoy pendiente de lo que pasa en la Fiesta, de las corridas de las primeras ferias. Todo ello me ofrece una perspectiva sobre cómo están las cosas y sobre lo que yo quiero hacer. En el plano físico, está claro que estoy más tranquilo que otros años”.

– ¿Nota que la afición le reclama en las plazas?

 – Sí, sí; noto que hay aficionados que me están esperando. Y lo llevo bien, al menos no me hace doblegarme. Entiendo que es una responsabilidad grande, pero por otro lado la Fiesta necesita de la torería y del misterio, y creo que soy un representante adecuado para llevarlo a cabo.

– Sin embargo, muchos le acusan de abandonar a la Fiesta en estos momentos.

– No es fácil. El toro es muy duro. Yo tengo ya un recorrido y aunque ahora los toreros duran mucho más que antes, no es agradable estar continuamente jugándote la vida ante los toros y ante un público que, a veces, hace mucho daño con sus exigencias. Eso hay que superarlo, pero no es fácil. La afición debe estar agradecida porque no me he ido del todo.

¿Es definitiva la fecha del 12 de mayo para la vuelta?

– El regreso será en Jerez el 12 de mayo. Y después hay  más corridas en Valladolid, Brihuega, Santander, Sanlúcar de Barrameda, las de Sevilla en septiembre. Como vuelvo después de Sevilla y no voy a Madrid, todo está más relajado.

– ¿Era preciso cambiar de apoderado?

– Soy culo de mal asiento. Me motiva a veces cambiar de apoderado. Era el momento de cambiar. Lo mismo que llegará el momento de cerrar una página y dejarlo todo en suspense.

– ¿Qué temporada quiere hacer en 2018?

– Quiero torear unas 30 corridas de toros este año. Son las que hay, porque si toreo más me tendría que meter en muchos berenjenales

– ¿Por qué no quiere televisión en sus corridas?

– Lo he pensado durante mucho tiempo. Entre los beneficios y los perjuicios de la televisión, ganan los segundos. El toreo es misterio. Con la actual forma de retransmitir, tan dicharachera, con gente tan experta que están todo el tiempo queriendo descifrarlo todo, yendo muchas veces por delante de lo que ocurre, creo que todo eso no es bueno porque no se mantiene ese misterio que siempre he apreciado en lo que yo veía de joven en la televisión. Se ha desvirtuado mucho. Los comentarios se quieren equiparar a los de los partidos de fútbol, y eso no tiene sentido porque acaba con la intimidad que necesita quien está viendo la corrida en su casa. Curro Romero decía que le gustaba el público del tenis. A mí me gustan los comentaristas del tenis. Cuando saca un jugador, silencio. Cuando acaba la jugada, se habla. Se ha querido magnificar una alegría popular en los comentarios y el toreo es mucho más serio que toda esa farándula. No estoy a favor de la farándula.

 – Pero la televisión es necesaria. En una gran servicio para la afición.

– Me gustaría que la televisión se acomodara más a la realidad. No me gusta que se televisen feria completas muy largas. Hay que crear acontecimientos y hacerlo con corridas muy especiales, como se hizo siempre. Y que conste que el canal Toros es para aficionados que pagan para verlo, que hacen una labor conjunta muy buena, pero aprecio que se manosea mucho el festejo. Es mi opinión.

– ¿Hacia dónde va su tauromaquia?

– Me gustaría captar a Joselito El Gallo. Pero lo más difícil es seguir a Joselito El Gallo. Mi meta sería parecerme a José cuando salía a torear. El toreo pasa por unos momentos demasiado estáticos, preconcebidos y aburridos. Me gustaría darle la vuelta a todo aquello que se puede intuir. Es un misterio y una maravilla que se debe observar y sentir, no descifrar.

– ¿Siente no torear en Resurrección en Sevilla?

– No estoy en Resurrección, pero no estoy por ello muy apenado. El torero sale a jugarse la vida y repito que no es fácil torear. Decía Belmonte que si los contratos tuvieran que hacerse en un patio de cuadrillas no se firmaría ninguna. Después de una tarde de triunfo se firma lo que te pongan por delante. En mi caso el año pasado no hubo un triunfo grande en Sevilla, así que no soy el más oportuno para firmar ese tipo de corridas. Veo la dificultad. Que no se piense que estoy abrumado por no torear en Sevilla el Domingo de Resurrección. Prefiero disfrutar como aficionado y seguir con mis pensamientos sobre lo que quiero hacer en las plazas. Ya en septiembre, con el rodaje de la temporada, será otra cosa.

¿Habrá este año corridas junto a José Tomás?

– Se habla mucho, pero la realidad es que no hay nada ahora mismo. De José Tomás no tengo ninguna noticia. Eso me dice Manolo Lozano. Hubo comentarios sobre corridas con José Tomás y Pepe Luis, pero fueron simples especulaciones.

Me dijo en cierta ocasión que no quería irse del toro sin matar seis toros en Sevilla. ¿Cuándo será el momento?

– Paula me dijo a mí que no se quería ir de los toros sin matar uno bien. Lo de los seis toros se queda, de momento, en la intención. No me he sentido bien nunca al matar seis toros. Es difícil que los toros que ayuden en esas corridas. No sé, no son corridas de mi agrado ahora mismo.

¿Qué quiere aportar en su vuelta este año?

– El deseo es abstracto en mi mente, pero me hace falta la ayuda del toro. Mi intención es darle un aire más fresco al toreo, con movilidad alegre y lejos del tancredismo que ahora domina en la Fiesta.

Y se acaba la charla realizada en el marco solemne del Salón de Carteles de la Maestranza, rodeado de las pinturas que han anunciado las ferias, tan modernas, tan contestadas, pero que son el marco para la charla con el de La Puebla. Antes de marcharse, otra vez los chavales vuelven a pedirle fotos. Nadie se quedó sin ella. Morante, relajado, al alcance de todos.

 

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