Ángel Jiménez. Foto: Álvaro Pastor Torres

Carlos Crivell.– Buen ambiente en la Maestranza en la novillada del Corpus. Tres novilleros de Sevilla en el cartel y la siempre prometedora ganadería de El Parralejo. De los seis, cuatro embistieron con clase, de forma que el balance de dos orejas es corto. Los lidiados en primero y sexto lugar fueron de lujo. Desmereció el más descastado tercero. Una novillada para cortarle unas cuantas orejas.

El novillero de Écija Ángel Jiménez se mostró toda la tarde muy entregado. Con el que abrió plaza, novillo blando tras una costalada pero de mucha clase, Jiménez se lució con el capote a la verónica y realizó una faena de buen concepto, temple y sentido del arte sobre la derecha. Con la izquierda llegaron los enganchones. El novillo, noble y justo de raza, fue ideal para la muleta. Todo se quedó en una vuelta al ruedo.

El triunfo llegó en el cuarto, al que recibió a portagayola con una larga, dos más en el tercio, verónicas de ritmo y cadencia y dos medias, la última de rodillas. El saludo fue recibido con gran regocijo por el tendido. Realizó una buena faena desde el comienzo a media altura. Demostró buen embroque y gusto en el toreo sobre la derecha. Jiménez torea con mucha expresión. De nuevo bajó el nivel con la izquierda. Las bernadinas subieron la nota. Después de un pinchazo hondo se tiró a matar sin muleta para dejar una casi entera. Salió volteado. Como ocurre en estos casos, el público se emocionó por el arrojo del chaval y pidió la oreja. Al margen de ello, buena tarde del novillero de Écija.

Debutó en Sevilla Emilio Silvera. El primero de su lote fue noble pero se vino abajo muy pronto. Tampoco tuvo fuerzas y quedó dañado en dos costaladas. Silvera lo trató de forma correcta a media altura pero no pudo ligar los pases. Dibujó buenas verónicas en el quinto. Fue otro novillo noble. Comenzó con estatuarios mayestáticos. Trazó derechazos largos y algunos naturales de temple notable. Acabó con las consabidas manoletinas y lo mató bien. Paseó la oreja.

Alfonso Cadaval no pudo lucirse con el blando y parado tercero. Solo se le puede anotar voluntad y porfía. El sexto fue un gran novillo. Cadaval se puso de rodillas en el centro para comenzar su labor. Algo acelerado, toreó por ambos pitones con corrección pero sin explosión. Dejó, ya al final, una tanda al natural más reunida y templada. Quizás llegó tarde. La espada viajó sin acierto.

Plaza de toros de Sevilla, 31 de mayo de 2018. Novillada de abono del Corpus. Más de media plaza. Seis novillos de El Parralejo, bien presentados, nobles, justos de fuerzas, pero de buen juego. Mejores el 1º y el excelente 6º; flojo el 2º; parado, el 3º; nobles el 4º y el 5º.
Ángel Jiménez, de blanco y oro. Media estocada (vuelta al ruedo). En el cuarto, pinchazo y casi entera entrando sin muleta (una oreja).
Emilio Silvera, de celeste y oro. Dos pinchazos y estocada (silencio tras aviso). En el quinto, estocada (una oreja).
Alfonso Cadaval, de rioja y oro. Dos pinchazos y estocada tendida (silencio). En el sexto, pinchazo, estocada y tres descabellos (saludos)

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