Carlos Crivell.- A la llamada de la novillada de Partido de Resina se congregaron los aficionados. Seis novillos en tipo, alguno muy terciado. El segundo y sexto eran dos estampas que recordaban a los bellos ‘pablorromeros’ de otros tiempos. El ganado se dejó pegar en varas, frenó sus arrancadas durante la lidia y ninguno humilló en la muleta. Decían algunos que terna era muy poco experta para poder lucir a los novillos. Entre los tres, nueve novilladas en el pasado curso de 2017. Es cierto que era una terna muy verde, pero la novillada fue de pedernal duro para poder conducir las embestidas desclasadas de los bellos utreros.

La oreja de la noche la cortó Kevin de Luis después de recibir una paliza en dos volteretas consecutivas de las que salió ileso de milagro. El susto acabó en oreja como ocurrió en este caso. Antes, el espigado Kevin había podido mostrar su estilo torero, que al margen de su escasa experiencia, es de toreo de temple y trazo largo. No lo consiguió siempre, pero algunos naturales y un derechazo fueron enormes dentro del desorden de la faena. Se puso a dar las absurdas bernadinas que todos prodigan y fue cuando llegó la primera voltereta. Ya en el suelo lo volvió a levantar de forma dramática. Conmovida la plaza, le regalaron una oreja.

El mismo Kevin, ya con los vaqueros colocados, mostró en el quinto que puede torear bien, pero que para hacerlo debe colocarse mejor y no desplazar de manera violenta a los novillos. Lo había recibido a portagayola con muchos apuros. Kevin tiene cosas buenas, pero solo puede pulir sus maneras si torea con más frecuencia. Es el drama de los novilleros.

Lo mejor que realizó Curro Durán fue el ramillete de verónicas del saludo al cuarto. El primero era flojo, chico y sin clase. Durán se colocó muy al hilo. El novillo acabó parado. Después de las verónicas al cuarto, el chaval de Utrera lo intentó con voluntad con pases enérgicos a otro novillo con la gaita por el cielo. Durán había mostrado buen embroque, pero el animal no le dejó rematar los muletazos.

El más verde de todos fue Aquilino Girón. Su primera aparición fue para obsequiar a la parroquia con un quite trapacero por saltilleras tropezadas. A su primer novillo lo recibió con una larga y alguna verónica de mejor trazo que contenido. No se pudo asentar en la faena. En un natural fue cogido sin consecuencias. A partir de la voltereta, el novillo ya sabía dónde estaba este chaval de Baza recriado en Écija. El sexto, muy flojo y sin humillar, le permitió al final de la faena mostrar sus cualidades. Surgieron algunos naturales de trazo elegante. Todo sin hilván, pero con buenas maneras. Aquilino despertó tarde, pero es evidente que también sabe torear. Lo que pasa es que no torea.

Plaza de toros de Sevilla. 21 de junio de 2018. Sexta novillada de abono. Media plaza. Seis novillos de Partido de Resina, en el tipo de la ganadería, muy justos 1º, 2º y 5º; mejor presentados, tercero, cuarto y sexto. Cumplieron en el caballo, sobre todos 3º, 4º y 6º; al final, todos a menos por falta de casta y sin clase con embestidas con la cara por las nubes. Saludó Ecijano II en el sexto. Buenos pares de Felipe Peña al cuarto.
Curro Durán, de sangre de toro y oro. Estocada baja (silencio). En el cuarto, estocada caída (saludos).
Kevin de Luis, de azul pavo y oro. Media trasera y tendida (una oreja). En el quinto, estocada baja (silencio tras aviso). Fue atendido de contusión leve en el hombro derecho sin lesión ósea ni articular.
Aquilino Girón, de nazareno y oro. Estocada enhebrada y estocada (silencio). En el sexto, metisaca y estocada (silencio).

A %d blogueros les gusta esto: