Pablo Páez. Foto: Rocío de la Oliva Martos

Carlos Crivell.- La segunda novillada de promoción confirmó algo que ya se apreció en la que abrió el ciclo: ha bajado la asistencia de público en estos espectáculos nocturnos de los jueves. Y también se volvió a comprobar que el nivel de los participantes es bajo. La asistencia se podría mejorar si los abonados pudieran presenciar las novilladas con su carnet anual. Sobre la calidad, se debe asegurar las posibilidades reales de los anunciados y no tener en cuenta las recomendaciones.

Este festejo fue accidentado. La novillada de Carlos Núñez resultó difícil para jóvenes ayunos de experiencia. Entre erales blandos, mansos y sin clase, apenas hubo alguno como tercero y quinto que ofrecieron algunas posibilidades. El accidente grave lo sufrió el murciano Cristóbal Ramos ‘Parrita’, que cuando entró por tapatías en su turno de quites en el segundo fue cogida de forma aparatosa y pasó a la enfermería con una cornada en la parte superior del muslo. Ese mismo eral volteó a Carmona al final de su faena y lo hirió de manera leve en una pierna.

Solo en el quinto y sexto se animó la noche. El rondeño Pablo Páez, de la Escuela de Sevilla, logró un nivel notable ante un novillo que, como ocurre siempre cuando un torero hace bien las cosas, mejoró en sus manos. Páez lo recibió con dos largas cambiadas, una a portagayola; toreó bien a la verónica, y realizó una faena de muleta de mando y temple. Con buen criterio el joven torero alargó el viaje del eral con el secreto del temple, pero sobre todo con muy buena técnica para saber esperarlo y conducirlo hasta el final. Es cierto que hubo momentos embarullados, pero siempre sobresalió su porte y un desparpajo gracioso en sus desplantes. Cortó una oreja tras matar a la primera.

El otro novillero con nota fue Jesús García, alumno de la Escuela de El Juli. Dejó una tarjeta de presentación de lujo en un quite por zapopinas al quinto que resultó perfecto de templanza y sincronización. Con el eral que le cayó en suerte en sexto lugar, García toreó bien con la capa y colocó tres excelentes pares de banderillas. El novillo fue muy molesto por su falta de clase, siempre rematando con tarascadas, pero el buen oficio del madrileño tapó sus problemas. El novillo mejoró en sus manos. O sus dificultades no se mostraron con evidencia. Hubo colocación y pulso en su labor. Supo embarcar al eral y le ofreció mando y temple. Mató de una estocada y de manera sorprendente el palco no atendió una petición de oreja que parecía mayoritaria. Su labor ante un eral tan complicado merecía el trofeo.

No hubo mucho más. Manuel Jurado, que es legionario, mató dos novillos. El primero fue muy blando. El torero, de anatomía corpulenta, quiso llevarlo por abajo pero el novillo perdió siempre las manos. El tercero fue uno de los que se dejó torear. Ahora pudo dejar algunas muestras de su estilo. Lo recibió con un farol de rodillas en el tercio y bajó la mano en algunos derechazos de trazo largo, aunque todo con poca continuidad. Dio una vuelta al ruedo que nadie le pidió.

Carlos Enrique Carmona tropezó con un eral manso y con genio. Se mostró firme ante unas embestidas descompuestas, sobre todo en algunos naturales meritorios. Por encima de todo, mucha disposición. Fue cogido ya al final de su labor y se libró de milagro. Tampoco su vuelta al ruedo fue procedente después de cuatro descabellos.

El salmantino Manuel Martín tampoco tuvo mucha suerte con el de Núñez. Replicó por chicuelinas a un quite de Páez por saltilleras. Acertó al doblarse de entrada para someterlo. Hizo un esfuerzo notable para sacar partido de un oponente manso y berreón que no le ayudó nada.

Plaza de toros de Sevilla, 12 de julio de 2018. Segunda novillada de promoción. Un tercio de plaza. Seis erales de Carlos Núñez, bien presentados y de pobre juego en general. El 1º, inválido; 2º, manso con genio, 3º, noble y rajado al final; 4º, manso sin clase; 5º, noble, y 6º, de mal estilo.
Curro Jurado, de Dos Hermanas (sangre de toro y oro). Dos pinchazos. Silencio tras aviso. En el tercero, media estocada trasera. Vuelta al ruedo por su cuenta tras aviso.
Carlos Enrique Carmona, de Madrid (negro y azabache). Estocada tendida y trasera y cuatro descabellos. Vuelta al ruedo por su cuenta tras aviso.
Cristóbal Ramos ‘Parrita’, de Murcia (coral y oro). Fue cogido en un quite al segundo.
Manuel Martín, de Salamanca (rosa y oro). Dos pinchazos y media estocada. Silencio tras aviso.
Pablo Páez, de la ET de Sevilla (grana y oro). Estocada. Una oreja.
Jesús García, de la ET de Arganda El Juli (grana y oro). Estocada. Vuelta al ruedo.
Partes facultativos:
Cristóbal Ramos ‘Parrita’ fue intervenido de herida incisa en región inguinal derecha, con trayecto ascendente de 10 centímetros, sin afectación de planos profundos. Menos Grave.
Carlos Enrique Carmona fue intervenido de herida inciso-contusa en tercio medio región pretibial, miembro inferior izquierdo que interesa tejidos blandos superficiales. Pronóstico leve.

A %d blogueros les gusta esto: