Carlos Crivell.– Los novilleros de la tierra, Márquez y Lavado, se pusieron por primera vez este año el traje de luces. Corruco debutaba con picadores. La inocencia y la falta de recursos contra un lote infumable con el hierro de Antonio Ordóñez, ahora en manos de la familia Trapote. Con sus hechuras en Atanasio, los novillos fueron un compendio de virtudes negativas: mansos, orientados, corretones y sin fijeza. Fue una novillada desagradable para el espectador del tendido. Se salvó el quinto, novillo más noble y con recorrido por el lado derecho. El que salió con el hierro de La Plata, también fue malo. En conjunto, un desastre ganadero.

El primero se dejó más por el izquierdo pero fue imposible ligarle los pases. Márquez toreó de uno en labor tan voluntariosa como carente de experiencia. Al matar fue volteado y la banda de la taleguilla quedó rota.

El cuarto fue imposible. Manso, orientado y revolviéndose sobre las manos, el animal fue un regalito. Ni siquiera el castigo severo que recibió en varas lo atemperó. El chaval no pudo pegarle ni un muletazo. Al menos lo mató pronto. Pasó a la enfermería donde fue atendido de una cornada interna en el muslo derecho.

José Antonio Lavado sorteó en primer un mansito sin clase. En las primeras tandas se vio superado por la áspera condición del animal. Cuando intentó someterlo,  perdió las manos de forma reiterada.

Al menos se llevó el menos malo de los de Ordóñez, el quinto. Este novillo, también mansito, tuvo más templanza y metió bien la cara por el pitón derecho. Lavado se lo brindó a José Tomás, escondido en una andanada de sol y sombra. Pudo ligar muletazos con la derecha de buen corte, mejor que los naturales, ya con el novillo más quebrantado. Lo mejor de su faena fueron los ayudados a media altura con los que remató su labor. La tarde era de extrema generosidad por parte del público, y así se entiende que le pidieran una oreja a pesar de una estocada muy baja. Con el Reglamento en mano le fue concedida.

Debutó con picadores el algecireño Corruco, torero de dinastía, que se anuncia como Corruco Chico. El tercero será para el chaval un mal recuerdo. Manso y duro de patas, recibió un duro castigo en varas. No pudo lucirse en banderillas. De nada sirvió porque se coló por la derecha y solo se dejó dar algunos pases por la zurda. Corruco lo intentó pero el llamado Fandanguero acortó el recorrido y ya no hubo más lucimiento.

El sexto, de Toros de la Plata, también un toro por hechuras, dejó estar al de Algeciras, que se mostró bullidor con el capote con chicuelinas de salida y saltilleras en el quite. El castigo en el caballo fue de nuevo excesivo. Dejó los palos en manos de la cuadrilla.  No embistió a la muleta de Corruco, que se la puso sin convicción. El novillo estaba hundido, ya por falta de casta, ya por el castigo sufrido en varas.

Plaza de La Malagueta, 13 de agosto de 2018. 2ª de Feria. Un tercio de plaza. Cinco novillos de Herederos de Antonio Ordóñez y uno, sexto, de Toros de la Plata. Bien presentados, los de Ordóñez en el tipo de Atanasio, muy duros, mansos y complicados. Se dejó torear el primero por el lado izquierdo; 2º, 3º y 4º, mansos y correosos; noble el 5º por el lado derecho; el 6º, descastado y sin clase.

Curro Márquez, de azul pavo y oro. Pinchazo y estocada (saludos). En el cuarto, media estocada (saludos).

José Antonio Lavado, de obispo y oro. Estocada contraria (saludos). En el quinto, estocada caída (una oreja tras aviso).

Corruco Chico, de azul marino y oro. Estocada caída (saludos). En el sexto, estocada y dos descabellos (silencio).

 Parte médico: Curro Márquez fue operado de una cornada interna de diez centímetros con herida contusa en la cara interna del muslo derecho.

A %d blogueros les gusta esto: