Carlos Crivell.- La corrida de Bohórquez que cerró la feria malagueña pecó de sosería. El toro de rejones debe ganar vivacidad. Se presentó en Málaga el hijo de Pablo Hermoso, Guillermo Hermoso en los carteles. Dejó una grata impresión como caballista, se nota que el manejo de la cuadra de padre le ha servido para curtirse en el oficio. Con el novillo tercero se lució sobre Extraño y, muy especialmente, sobre ese fenómeno que es Ícaro, una cabalgadura que mira a los toros cara a cara con descaro y torería. Después de una faena de enorme entrega y acierto, el joven Guillermo marró a la hora de matar a su oponente, tanto con el rejón como con el descabello. Ahí tiene una asignatura pendiente.

El padre, Pablo, le cortó la oreja al que abrió plaza después de una actuación muy templada, sobre todo a lomos de Berlín y de Jamucá. Acertó al clavar, corrió al toro a dos pistas y ejecutó la hermosina. Mató a la primera y se llevó el trofeo.

Con el cuarto, toro muy parado, su labor no alcanzó el mismo relieve. Sacó a Dalí y Extraño, que ya había pisado el albero con su hijo. El toro no tuvo celo y al final falló con los aceros.

Lea Vicens cuajó al primero de su lote de principio a fin. Sacó lo mejor de su cuadra, sobre todo con esa maravilla, de nombre y comportamiento, que es Bético. Colocó banderillas al violín y tres flores. Necesitó el descabello para matar y todo quedó en una vuelta al ruedo.

Con el quinto, mejor toro para el rejoneo, de nuevo anduvo vibrante. Lea ha progresado tanto en la perfecta doma que exhiben sus  cabalgaduras como en la forma de conectar con el tendido. Ahora las estrellas fueron Gacela y Diluvio, un luso-árabe que llegó a la cara del toro con valor y marchosería y salió siempre por derecho. Lo mató de un rejón a la primera y cayó la oreja. Se pidió incluso la segunda.

El último astado de la Feria, un novillo, lo mató el joven Guillermo Hermoso. A la falta de celo del animal, el chaval puso vibración y buena monta, sobre todo a lomos de Disparate, un caballo ya consagrado por su padre. Todo surgió muy templado. Está ya para el toro y la alternativa debe ser el objetivo. A lomos de Pirata colocó las cortas a dos manos y la plaza se le rindió por completo. De nuevo marró a la hora de la muerte.

Plaza de La Malagueta, 19 de agosto de 2018. 8ª de Feria. Dos tercios de plaza. Cuatro toros de Fermín Bohórquez, correctos de presencia, nobles y muy sosos; mejores el 1º y el 5º; y dos novillos del mismo hierro, sin entrega el 3º y bueno, el 6º.

Pablo Hermoso de Mendoza, con chaquetilla azul: una oreja y silencio.

Lea Vicens, con chaquetilla gris: vuelta al ruedo y una oreja.

Guillermo Hermoso, chaquetilla nazareno: saludos y saludos tras aviso.

 

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