Tras la carta remitida a los medios de comunicación el pasado martes, quedó la incógnita del papel que asumiría en el futuro Eduardo Canorea. Se barajó que podía quedar como consejero de la empresa. Según otros seguiría en la gestión en la sombra. Estas dudas se han disipado. La despedida de Canorea ha sido definitiva. Su parte de la empresa heredada ha sido adquirida por Ramón Valencia, que será el único gerente en el futuro. En un texto publicado en El Mundo de Andalucía así queda confirmado. El texto es el siguiente:
Eduardo Canorea, que hace unos días anunció su retirada de la gestión empresarial de la Empresa Pagés por razones de salud, se ha desvinculado por completo de esta empresa al haber vendido su participación a su cuñado Ramón Valencia, que ha sido cogerente a su lado desde el año 2000. Canorea ya no forma parte de la propiedad de la empresa Pagés. En la actualidad, Ramón Valencia y su mujer poseen las dos terceras partes, mientras que Mercedes Canorea, la otra hija de Diodoro Canorea, sigue con la tercera parte de la herencia de sus padres.
Se había anunciado la jubilación de Canorea, que el 11 de diciembre cumplirá 65 años, aunque su retirada del primer plano estaba condicionado por motivos de salud. En su carta de despedida, Canorea pidió disculpas por los errores cometidos y anunció que al frente de la empresa Pagés seguiría Ramón Valencia.
Según ha podido confirmar El Mundo, Ramón Valencia gestionará la empresa en solitario. No ha habido contactos con ninguna otra empresa ni con otras personas para que formen parte de la gestión empresarial. Se había mencionado expresamente a Eduardo Dávila Miura, pero se puede afirmar que de momento no habrá nuevas incorporaciones a la empresa.
Estas maniobras son conocidas de primera mano por la propiedad de la plaza de toros de Sevilla. En distintas fuentes se confirma que no ha habido ninguna presión sobre Canorea para que abandone su puesto de gerente. Los motivos fundamentales han sido exclusivamente médicos.
Canorea ha sufrido un gran desgaste físico y emocional en las dos últimas temporadas al frente de la Empresa Pagés. Como hijo del empresario anterior. Diodoro Canorea, su persona ha sido la diana de todos los dardos que se han lanzado contra Pagés. Esta situación se ha hecho insostenible después de la Feria de Abril de 2015, donde de nuevo cuatro toreros se negaron a torear en Sevilla. Estos matadores de toros habían anunciado que no se contratarían con la empresa Pagés. La empresa Pagés sigue el frente de la plaza de toros de Sevilla aunque ya Eduardo Canorea no tiene ninguna participación en la misma. Aunque se había especulado con que ocuparía un puesto de consejero, la realidad es que el único gerente es Ramón Valencia y que el apellido Canorea ha desaparecido de los puestos de dirección.
En fuentes cercanas a la empresa se ha confirmado que se sigue trabajando para que todos los toreros se anuncien en Sevilla. Esta intención existía cuando Eduardo Canorea era gerente de Pagés y se mantiene ahora que se ha desligado por completo.