El 4 de diciembre de 1868 falleció en La Habana Francisco Arjona Herrera «Cúchares», a consecuencia del vómito negro o fiebre amarilla. Hombre muy caritativo vio como sus dineros se iban terminando y trató de reponerlos aceptando torear en Cuba, contaba cincuenta años de edad, no llegó a torear corrida alguna ya que el óbito se produjo al poco de llegar. En 1885 sus restos mortales fueron traídos a España y sepultados en la parroquia de San Bernardo de Sevilla.
Nació en Madrid el 20 de mayo de 1818, era hijo del banderillero Manuel Arjona «Costura» y de María Herrera, Curro Guillén era su abuelo materno, fue considerado como sevillano pues en esa ciudad residió desde su más tierna infancia. A los catorce años entró como alumno de Pedro Romero en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla y allí permaneció hasta que Juan León lo incorporó a su cuadrilla. El 27 de abril de 1840 se presentó en Madrid como matador de toros junto a Juan Pastor, se lidiaron toros de doña María de la Dehesa y de Veragua.
Generalizó el toreo con la mano diestra ya que en aquel entonces aún no se prodigaba, no se tiene constancia de que fuese lastimado de consideración por ningún toro, en 1850 sufrió una lesión en la rodilla que le hizo perder algo de sus facultades. Su importancia fue tal que al toreo se le llamó después El arte de Cúchares.