José Luis López Marín.- Señora Rocío Ruiz Domínguez, consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, de la Junta de Andalucía:
Estimada consejera, permítame, con el debido respeto, que le exponga en unas líneas mi humilde opinión sobre su intervención en el espectáculo Diversión en el ruedo y sus enanitos toreros, que estaba anunciado para ser representado el pasado día 15 de agosto en la plaza de toros de Baza,…claro está, que me refiero a su intervención burocrática para que el consistorio de este bello municipio granadino presionara a la empresa Eventos Santa Asunción, con el fin de que se suspendiera.
Señora consejera, ¡la que ha formado usted con la intervención que antes le comento! ¿Le merecía la pena esta absurda polémica por ese afán de protagonismo, que tanto se da en la política, y dar lugar a que sus colegas de la consejería de Presidencia, Administración Publica e Interior y de la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla, le hayan tenido que desautorizar, concediendo los permisos necesarios a la empresa de la plaza de toros de Constantina?
Respetada consejera, con la que esta cayendo en nuestra querida España; con las de cosas importantes y necesarias que tienen pendiente s por hacer nuestros dirigentes; con la cantidad de criaturas que están en el paro por no encontrar un trabajo; con la enorme cantidad de negocios que han tenido que cerrar por esta puñetera pandemia; con el alto número de asuntos que están pendientes de arreglar en los juzgados; con los procesos que hay esperando para dictar unas sentencias, que cuando se dicten dejaran de ser justas por el tiempo transcurrido; en fin… con el gran número de opciones, entre las que ha podido usted elegir para ocupar su tiempo libre en estas vacaciones, no se le ha ocurrido nada mejor, que, sin querer ser demagogo, arruinarle a los niños de Baza su día de fiesta y al elenco de artistas que trabajan en el espectáculo taurino, Diversión en el ruedo y sus enanitos toreros, su medio de vida, y el trabajo que desempeñan cada tarde con el que mantienen honradamente a sus familiares.
Señora consejera, ¿no ha tenido otra cosa mejor que hacer, que presionar, (ya que como usted bien sabe, no puede prohibir) al ayuntamiento de la ciudad granadina, para que suspendiera el esperado festejo organizado para la chiquillería bastetana? Con esto, lo único que ha conseguido es provocar al consejero, Elías Bendodo y al delegado del Gobierno de la Junta, en Sevilla, Ricardo Sánchez, para dejarle a usted en un lugar no demasiado agradable. He podido leer, señora Ruiz, que se ha tomado tan a pecho este asunto, que mostró ante la prensa su disposición para enviar cartas a los ayuntamientos y a los organizadores de este tipo de espectáculos, indicándoles que “se exponen a un expediente sancionador, si los autorizan”, pues “pueden incumplir la Ley de derechos de personas con discapacidad, de Andalucía de 2017, si deciden celebrarlos”.
Asimismo, he sabido que se sintió muy satisfecha de que el Ayuntamiento de Baza “haya tenido a bien” suspender el espectáculo cómico-taurino, una vez recibida su misiva. Quiero creer, señora, que una decisión que deja en la calle a un número indeterminado de personas, no es para sentirse demasiado orgullosa ni satisfecha.
Después de esta manifestación, aseguró ante los periodistas, que “no estamos hablando de un espectáculo taurino”. ¿De qué clase de espectáculo estamos hablando?
Señora Ruiz, yo entiendo que a usted no le gusten los toros, y que por lo tanto no se interese por su historia y sus diferentes derivaciones. Con mucho gusto, y como mejor pueda, se lo voy a explicar. Mire, a estos espectáculos, como Diversión en el ruedo y sus enanitos toreros, que usted dice que no son taurinos, se les conoce también, como Toreo Cómico o Charlotadas, en recuerdo del artista Carmelo Tusquellas, que actuaba vestido de Charlot, popular personaje del insigne cómico francés, Charles Chaplin. La Real Academia Española, define charlotada, en su primera acepción, como “espectáculo taurino de origen cómico”. Pero no solo se le define de esta manera, también se le conoce como Toreo Bufo, diferenciándolo así, de lo que es el Toreo Serio.
Usted ya sabe que para la ópera, ese género culto, de gusto refinado y oídos entendidos, igual que en la Tauromaquia, existe la denominación de Ópera Seria, y desde el siglo XVII, cuenta, también, con la definición de Ópera Bufa, para aquellos libretos de carácter burlón, satíricos y picarescos, pensados como un género, con el que el espectador común pudiera relacionarse con más facilidad. La Ópera Bufa, pues, estaba hecha para personas comunes con problemas comunes.
En fin, señora, yo creo que a estos artistas hay que tratarlos con más naturalidad, y darle la opción de que se desarrollen profesionalmente en el medio que ellos crean más válido.
Y para terminar, señora consejera, ¿alguien le ha preguntado a los enanos si desean continuar con su trabajo en los espectáculos taurinos?
Por cierto, espero que no piense que el término ‘enano’, está tratado en esta carta con desprecio, desdén, humillación o minusvalía, se equivocaría, por dos motivos esenciales. Primero porque el diccionario de la RAE la describe como: “dicho de una persona de estatura muy baja”, en ninguna de sus acepciones la menosprecia, y segunda porque me gustan los toros y estoy seguro que comparto mi afición con ellos.
De estos espectáculos cómico-taurinos, han salido grandes figuras del toreo, como Manolete, Ortega Cano, Juan Antonio Ruiz Espartaco o Enrique Ponce.
Señora consejera, espero que esta carta le haga reflexionar para no actuar contra un gremio que lo que necesita es el apoyo de todos, especialmente de la Junta de Andalucía y del Gobierno Central.
¿No cree, doña Rocío, que sería muy bueno para usted ejercer ese sagrado don de la humildad y pedir perdón a quien haya podido dañar con su actitud? Y más, después de confirmarse la celebración del espectáculo cómico-taurino, del domingo en Constantina, donde estoy seguro que los organizadores se hubieran sentidos muy honrados de contar con su presencia.
José Luis López Marín