La Real Maestranza de Sevilla tendrá en la actual temporada una presidenta de festejos taurinos por primera vez en su historia. Es una noticia que comunicó el Delegado de Gobernación de la Junta con la natural sorpresa en el mundo de los toros. Es Ana Isabel Moreno Muela, aficionada de prestigio con veinte años de abonada en la plaza, que ahora tendrá la misión de presidir corridas de toros. La primera sorprendida por la propuesta fue la propia interesada.

“Fue una sorpresa absoluta que el Delegado me ofreciera esta posibilidad. Además, fue en un encuentro fortuito y me preguntó si era capaz de subir al palco y le contesté de golpe que era capaz. Sabía que había en marcha un nuevo Reglamento que contempla que el presidente sea cualquier aficionado, pero pensaba que aún no se procedería a la renovación. Fue una sorpresa muy grata y, además, estoy muy de acuerdo en la necesidad de renovar los puestos de presidente en todas las plazas, algo que no debería ni ser noticia. Me parece normal que el presidente sea un buen aficionado y que no sea obligatorio pertenecer al Cuerpo de Policía.

– ¿Le ha dado tiempo a arrepentirse después de aceptar el cargo?
– No, no he tenido tiempo de arrepentimientos; sólo he tenido algún dolor de estómago. Comprendo que se trata de una noticia que puede llamar la atención, pero estoy tranquila, porque en mi calidad de funcionaria he estado muchas veces en cargos que me han obligado a estar en primera línea de actuación, expuesta al análisis y a la crítica. Es decir, tengo edad y experiencia para aguantar lo que pueda ocurrir en un palco. Sin embargo, salvo algún comentario inevitable cargado de toda la guasa de nuestra tierra, espero que el público maestrante siga en su línea de respeto. Es un público, al que pertenezco, que no se caracteriza por sus salidas de tono.

– ¿Será una presidenta exigente y garante de la pureza de la Fiesta o cederá porque es necesario promocionarla?
– Son dos cosas compatibles. Es verdad que la Fiesta necesita que se la promocione, en definitiva es bueno que haya muchos triunfos, pero me interesa proclamar que una de sus esencias es la pureza. Se mantiene lo largo de los siglos porque se intenta que no se rompa el motivo por el que una persona decide jugarse la vida delante de un animal irracional durante veinte minutos. Sueño con que será una presidente exigente y restrictiva más que de mano abierta sin causa justificada.

– ¿Es consciente que en sus manos recae, en la parte que le corresponde, mantener el prestigio de la Real Maestranza?
– Evidentemente. Esa es una de las cargas que más se notan, porque somos aficionados de la Maestranza, porque allí vemos toros, porque sabemos lo que queremos cuando vamos a un espectáculo es por lo que deseamos mantener sus prestigio en esos términos que valoramos. En este cargo, en la parte que me toca, lo intentaré con todas las fuerzas.

– ¿Cómo está la Fiesta en estos momentos?
– Hay algunos aspectos que sin preocupantes, pero luego la realidad es que la Fiesta tiene una gran fuerza y siempre sale a flote. Se conjugan muchos intereses de tipo artístico, económico, tradicionales y todo ello genera tensiones permanentes, pero es muy fuerte la implantación en nuestra sociedad como para que las enfermedades le hagan mella.

– ¿Le gusta el nuevo Reglamento Taurino de Andalucía?
– No he participado el proceso de consenso de este Reglamento, pero como suele ocurrir cuando mucha gente participa en la gestación de algo no contenta a casi nadie. He revisado este Reglamento y me parece bueno, que es mejorable y que luego puede mejorarse con su aplicación. Tendrá que ser el paso del tiempo quien nos diga si estamos ante un articulado bueno o no, pero de momento soy optimista.

¿Está de acuerdo con esa frase que dice que el mejor presidente es el que no se nota que está en el palco?
– Estoy convencida que el presidente no debe ser el protagonista del espectáculo. Lo que pasa es que en su mano están algunas funciones que, a veces no gradan a todos, sobre todo cuando hay que restablecer un orden o cumplir con algunas exigencias. El objeto del espectáculo satisfacer el interés del espectador. El presidente debe atenderlo, siempre con el cumplimiento de la norma, para que se preserve la lidia y la seguridad de los toreros.

– ¿Le parece buena idea crear una escuela de presidentes taurinos?
– El propio Reglamento establece que se permita formar a quienes presiden corridas de toros, pero no alcanzo a entender ahora sobre la necesidad de una escuela, entre otras cosas porque se podría correr el riesgo de uniformizar mucho la fiesta, que debe mantener su tradición en cada plaza.

– ¿Se siente orgullosa de tener la posibilidad de presidir corridas en la Real Maestranza?
– Estoy muy orgullosa. Es verdad que el eco que ha tenido mi nombramiento ha sido superior a lo que podía esperarse. Y es cierto que no quiero protagonismos. Tampoco quiero que mi llegada deba ser considerada como una cosa extraordinaria, pero es verdad que entiendo el cierto revuelo que se ha formado, porque se puede decir que he roto el techo de cristal de la Maestranza.

– ¿Cómo cree que afrontará ese día en el que suba al palco por primera vez?
– Seguro que me temblarán las piernas pero nunca la mano. Creo que este periodo de formación es bueno y no soy una insensata. Sería absurdo pensar que estoy ya capacitada para presidir el Domingo de Resurrección. Pero seguro que llegaré con la formación adecuada.

-¿Nos podría ofrecer una nota de su ideario como presidente?
– También es difícil manifestarse ahora, pero así de sopetón le diría que en Sevilla no se deben cortar dos orejas a un toro si no se mata bien en la primera entrada, lo mismo que también es necesario que se le haya hecho una lidia completa desde el principio hasta el final.