El Ateneo de Sevilla fue el escenario de la presentación del libro de Andrés Amorós, Las cien mejores poesías taurinas, obra que ha editado El Paseíllo.
Presidió el vicepresidente de la entidad, José Manuel García-Quílez, que estuvo acompañado en la mesa por el autor, el catedrático de Bellas Artes, Andrés Luque Teruel, y el editor, David González Romero.
El segundo apellido de Andrés Amorós es Guardiola; el segundo del editor, Romero, mientras que Andrés Luque tiene nombre de torero clásico con el Luque Gago de su padre. era una mesa con muchas historia torera.
Precisamente, en la presentación del libro, Andrés Luque hizo algunas afirmaciones algo controvertidas, sobre todo cuando restó importancia como inventor del toreo moderno a Juan Belmonte. Retrocedió a Paquiro como inventor. Más adelante, el mismo presentador dejó claro que la historia del toreo es de evolución y que distintos diestros han ido aportando novedades a lo largo de la historia. Habló muy bien de Andrés Amorós como hombre culto y aficionado. Mencionó a la amistad que tuvo con su padre, Andrés Luque Gago, y reivindicó la figura de Manolo Vázquez como uno de los toreros más importantes de la Fiesta de los toros. Con la duda sobre algunas de sus opiniones, Andrés estuvo magistral en una disertación dicha a pelo sin apuntes.
En su intervención, Amorós hizo mucho énfasis en aclarar que estas poesías de su libro están muy relacionadas con el toreo en cada tiempo en el que fueron creadas. Habló de Gerardo Diego, Manuel Machado, Miguel Hernández y, sobre todo, de Federico García Lorca, de cuya Elegía por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías hizo una glosa excepcional. Al final insistió en el acto de libertad que supone la asistencia a las corridas de toros, así como que la Fiesta no es de ni de derecha ni de izquierdas.