La fecha del 23 de abril está llena de acontecimientos en la Feria de Abril de Sevilla de los últimos veinte años. En 2007 salió a hombros Alejandro Talavante. En el año 2009 se enfrentaron en el ruedo, en mano a mano, Morante y El Cid con una corrida de Victorino, de más expectación que resultados. Pero en este fecha, Sevillatoro quiere recordar a la figura de César Rincón, que un 23 de abril de 2004 le cortó las dos orejas a un gran toro de Jandilla de nombre ‘Violinista’, probablemente su cenit en la Real Maestranza. Aquí está la historia y las fotos de aquel 23 de abril de 2004.
César Rincón ha sido una gran figura del toreo y, posiblemente, el mejor de los colombianos. Nació en Bogotá en 1965. Tomó la alternativa en la capital colombiana en 1982 de manos de Antoñete con Manzanares padre de testigo. La confirmó en Las Ventas el 2 de septiembre de 1984. Sin embargo, su gran explosión como torero no llegó hasta el año 1991 después de sus apoteósicas tardes en esa temporada en la que abrió en cuatro ocasiones la Puerta Grande, un hecho extraordinario. En su trayectoria no se puede olvidar el nombre del toro Bastonito, de Ibán, lidiado por Rincón el 7 de junio de 1994 en un enfrentamiento emocionante entre un torero entregado ante un toro encastado y agresivo.
La relación de César Rincón con Sevilla no comenzó hasta el año 1992, cuando toreó su primera corrida en la Feria de Abril. Antes, vivió un episodio lamentable con la suspensión de la llamada corrida de la Expo el 4 de octubre de 1991. Estaban anunciados Curro Romero, César Rincón y Espartaco. Los toros anunciados pertenecían a la ganadería de Torrealta, y varios fueron rechazados en el reconocimiento veterinario. La inclusión de un toro de Bohórquez no fue aceptada por los representantes de Rincón y Espartaco y la corrida se suspendió con un gran escándalo.
César Rincón debutó en la Real Maestranza el 19 de abril de 1992, Domingo de Resurrección, con una corrida del Marqués de Domecq, acompañado por Ortega Cano y Julio Aparicio. Su balance fue de silencio y pitos. El 26 de abril del mismo año 1992 actuó con Curro Romero y Espartaco, el mismo cartel de la corrida fallida el año anterior, para lidiar toros de Sepúlveda. El balance fue de ovación y vuelta al ruedo.
Su primer gran triunfo llegó el 29 de abril de 1993 con una corrida de Núñez del Cuvillo. Hicieron el paseíllo José María Manzanares, Espartaco y el diestro colombiano. Le hizo una gran faena al tercero, de nombre Fugitivo, nº 13, pero resultó cogido de gravedad y no pudo lidiar al sexto. Toreó dos corridas sin triunfo en 1994; dos en 1995 con resultados discretos, y dos en 1996, también si lograr mayores glorias. Tras el tiempo que estuvo retirado, el 23 de abril de 2004, se cumplen ahora 16 años, logró uno de sus mayores triunfos en Sevilla al cortar las dos orejas al toro Violinista, nº 55, de Jandilla. El cartel estaba conformado por Rincón, Finito de Córdoba y El Juli. Fue la de su consagración en Sevilla. La crónica que firmé en esa fecha lo contaba así:
“César Rincón consiguió un triunfo de clamor en el cuarto toro de la tarde, al que se le dio la vuelta al ruedo con todo el honor que el premio supone en esta plaza. Violinista era su nombre, pesaba 546 kilos y ya forma de la historia de la Maestranza. Ahí es nada. Al igual que su matador, que reverdeció los viejos laureles de su mejor época, citó de largo, en el centro del ruedo, desde muy largo, y ligó cuatro tandas, las dos primeras por el lado derecho, con el toro embebido en la muleta; muy sentidos los naturales, los últimos a pies juntos y ceñidos, que desbordaron el entusiasmo en los tendidos. El toro, muy alegre, se comía literalmente la muleta desde que el diestro se la mostraba a varias decenas de metros. Fue un triunfo cabal, legítimo, bien rematado con unos garbosos ayudados y un espadazo que cayó tendido y bajo. Clamorosa fue la vuelta la vuelta al ruedo del torero colombiano, al igual que la del toro de Jandilla”.
Y el gran aficionado Gastón Ramírez no ocultó su alegría después de la faena del torero de Colombia:
“César Rincón, estuvo enorme. Al multicitado toro ‘Violinista’ lo recibió con unos lances a pies juntos en donde hubo clase y aguante. Ya ahí se despertaba la esperanza de quienes se preguntaban dónde habían ido a parar los toreros de entrega, poderío y corazón. Para iniciar el último tercio pegó cuatro muletazos por alto sin enmendar, mandando con valentía. A continuación, hizo lucir al toro citándolo de largo para pegarle tres tandas de derechazos y una de naturales. Allí se vio el toreo de antes, de ahora y de siempre. El toro iba embarcado, humillado y aquello no se acababa después de dos pases: no, eran cuatro por lo menos, ligados sin reponer el terreno. Cuando el toro protestó un poco por el pitón izquierdo vimos recursos y elegancia, oficio y variedad, especialmente en un molinete invertido. La estocada fue lo que debe ser, pues Rincón citó a recibir y se tiró sobre el morrillo con una decisión increíble. Algunos aficionados comentaban que, si bien conceder un rabo al torero hubiera sido excesivo, aquello no había valido dos orejas sino tres”.
Rincón volvió a Sevilla en dos corridas en 2005 sin poder reverdecer ese triunfo. Algo parecido ocurrió en los tres contratos de 2006. La despedida de Rincón de la Real Maestranza tuvo lugar el día 24 de abril de 2007 con una corrida de Torrestrella, con Enrique Ponce y Salvador Cortés en el paseíllo. Al último toro que lidió en la plaza sevillana, de nombre ‘Ventisco’, nº 48, negro bragado, le cortó las dos orejas.
Rincón toreó 16 corridas en Sevilla y cortó 6 orejas, con la curiosidad de que a tres toros les cortó las dos orejas. Debutó en la Maestranza en una corrida de Domingo de Resurrección. Sufrió una grave cornada el 29 de abril de 1993, precisamente en una faena de dos orejas a un toro de Núñez del Cuvillo. Otras dos cortó en su despedida de 1997, pero hay coincidencia cuando se afirma que su mejor faena fue a ‘Violinista’, un buen toro de Jandilla. Muchos conservamos la imagen del toro acudiendo de largo a la muleta de Rincón que le dio distancias y lo lució de forma admirable.