La novillera Conchi Ríos fue la triunfadora del festejo celebrado el miétcoles 17 en La Algaba, dentro del cilco de sus novilladas de promoción de septiembre.
Se lidiaron cuatro novillos de Las Monjas, de buen juego en conjunto, con nobleza y calidad excepto el primero, más brusco.
Jaime López Retamino, de La Algaba, silencio tras aviso.
Kevin de Luis, de la Escuela de Camas, oreja.
Conchi Ríos, de la Escuela de Mijas, dos orejas y rabo.
Ricardo León, de la Escuela de Alcalá de Guadaira, silencio tras aviso.
La plaza registró dos tercios de entrada en tarde soleada y agradable.
La novillera Conchi Ríos fue la triunfadora en la novillada sin picadores celebrada en La Algaba, donde cortó dos orejas y rabo después de realizar una buena faena al tercer novillo de la tarde.
Conchi Ríos ya se lució en el recibo de capa a este astado, al que después hizo una faena muy bien estructurada en la que dejó constancia de sus buenas formas toreras. Alcanzó gran calidad y toreó con empaque por el lado derecho a un buen novillo de Las Monjas que colaboró para el triunfo pero que por el pitón izquierdo se quedaba más corto. El buen gusto presidió la labor de la novillera, que mató con eficacia y cosechó el triunfo más importante de la tarde.
Abrió plaza el local Jaime López Retamino, que derrochó voluntad con capote y muleta, supliendo con ello las lógicas carencias del que empieza. Este primero de la tarde fue un novillo más brusco y complicado con el que López Retamino logró los mejores momentos de su actuación en el toreo diestro. Falló reiteradamente con los aceros y escuchó un aviso.
De la Escuela de Camas llegó Kevin de Luis, un espigado novillero que demostró tener buenas maneras pese a su corto bagaje. Toreó bien a la verónica y en la faena de muleta consiguió los mejores momentos con la muleta en la mano derecha ante otro novillo de calidad. La fase final de su faena fue la más acoplada y brillante, por lo que el público pidió una oreja que el presidente concedió.
Cerró plaza Ricardo León, representante de la Escuela de Alcalá que se mostró inexperto en el manejo de la capa, pero que subió su tono en la faena de muleta. El buen novillo de Las Monjas le permitió estar a gusto con la derecha, aunque el chaval pagó su inexperiencia con una fuerte voltereta