El sevillano Daniel Luque regresa a Madrid con la vitola de ser uno de los grandes triunfadores de la pasada edición de San Isidro. El matador de Gerena abrió la Puerta Grande en 2014, con los toros de El Puerto de San Lorenzo, misma ganadería que estoqueará el martes 26 de mayo. Daniel Luque analiza su estado y las buenas sensaciones de cara a este nuevo compromiso en Las Ventas.
¿Cómo afronta esta nueva cita con Madrid?
“Regreso con mucha ilusión y con las ganas de poder repetir el gran triunfo del año pasado. Todo torero que pise esa plaza tiene en la mente abrir la Puerta Grande. También deseo ofrecer un gran nivel y empezar mi primera tarde de San Isidro con buen pie”.
Dos tardes realizará en paseíllo, una con la de El Puerto de San Lorenzo y la otra, con la de Juan Pedro Domecq.
“Son dos carteles muy importantes, bonitos y del gusto de Madrid. Sabemos que es una plaza muy exigente pero en mi carrera, Madrid, me ha lanzado desde el principio tanto de novillero, como de matador, personalmente a Las Ventas les debo mucho. Ojalá cada tarde con mi entrega y mi toreo se lo pueda ir devolviendo a modo de agradecimiento. La responsabilidad es grande pero se asume de forma positiva”.
A pesar de la responsabilidad a Daniel Luque se le ve muy a gusto en Las Ventas. “Madrid es una plaza que la siento distinta, de una muy forma especial. La responsabilidad de Madrid me ayuda a superarme pero no a atenazarme e intento disfrutar de cada momento en Las Ventas”.
Una gran temporada en España y también le avala un invierno sensacional con importantes triunfos en América. ¿Significa esto que es el momento más dulce, más maduro de Daniel Luque?
“Me encuentro muy bien y creo que más que un buen momento es una continuidad. Pienso que estar feliz, tranquilo y en definitiva bien con uno mismo, se trasmite y se refleja en la plaza. Estoy muy preparado para afrontar estas dos tardes de Madrid que son muy decisivas e importantes para mí. Tanto Madrid como Sevilla y otras grandes plazas del circuito, son plazas que uno pisa para dar todo lo máximo y ojalá, se reúnan todas las cosas, para seguir disfrutado del público y de esos triunfos de Madrid.
Lo cierto que el paso por México ha sido muy importante con triunfos cada tarde en las doce corridas que he toreado. Me acuerdo de Guadalajara que ha significado mucho para mí, en dos tardes, cuatro orejas y un rabo; en Aguascalientes, la espada me privó de cortar otro rabo y así lo cantó la prensa. Al margen de los triunfos, las sensaciones que he demostrado, el no parar de torear y el mi estado personal”.
Posiblemente este estado de felicidad sea la clave, además de haberse desprendido de presiones y definir su tauromaquia.
“No es fácil llegar a ese tipo de plazas, estar suelto y ser uno mismo. Eso es lo busco y lo quiero conseguir, que en definitiva es sacar el torero que llevo dentro. No hay que olvidar que también hay que tener algo de suerte para que te embista un toro”.