Nuevo triunfo de Diego Ventura, ahora en Veracruz, donde cortó cuatro orejas y un rabo en otra tarde de toreo arrebatador dentro de su estilo rejoneador.
El primero de su lote fue un ejemplar de buenas condiciones que le permitió desarrollar un toreo de temple. Las primeras evoluciones fueron sobre los lomos de Chocolate, ejemplar que debido a las condiciones que de salida presentan los toros en México, se está convirtiendo en parte medular de las actuaciones del caballista español. Con este, colocó dos rejones de castigo y sobre Revuelo, con el que realizó el toreo de costado, hizo lo propio al clavar de forma certera dos banderillas.
Apareció entonces Morante para cautivar a este público veracruzano que sin salir del asombro ovacionó en pie a caballero y caballo, que se fundieron para colocar dos banderillas rematadas con la mordida del equino a su rival. El cierre de la labor se llevó a cabo con Don Ramón, que dio tal juego que incluso permitió a este rejoneador colocar cuatro banderillas cortas, previo a la ejecución de un impresionante rejonazo, con lo cual, se ganó las dos primeras orejas de la tarde.
Si bien el quinto no mostró las cualidades del anterior, a cambio, permitió que la afición vibrara con la entrega y la disposición de Diego y su cuadra. Para enfrentar este reto, montó a Triana al recibir de forma vistosa al toro. Apareció entonces Cantú que se desenvolvió con soltura y brillantez para cuajar dos soberbias banderillas. No se quedó atrás Califa, que de nuevo respondió a la exigencia de su jinete que, sabedor de las capacidades de este equino, lo dispuso para clavar un par de banderillas largas a dos manos; otras tres cortas, dos rosas y cerrar con un rejonazo fulminante para que entre el clamor popular, Ventura, recibiera las dos orejas y el rabo.
Diego Ventura alternó con Enrique Fraga y Horacio Casas. Se lidiaron toros de El Vergel y Gómez Valle. La plaza estuvo a punto del lleno.