Carlos Crivell

La Feria de Agosto de Málaga de 2005 comienza con expectación. La empresa ha programado una feria con marcado interés. Dado el buen resultado del ciclo de 2004, el ambiente para esta edición es bastante notable. Existe un precedente atractivo y sólo cabe esperar que se persevere en todo lo que supuso un paso adelante, al tiempo que se corrija lo que no fue tan bueno.

Esta Feria de 2005 puede resultar histórica para La Malagueta. En la feria del 2006 la plaza habrá ascendido a primera categoría, por lo que la que viviremos en estos días será la del adiós a segunda.

Desde el 10 al 21 de agosto se celebrará una feria en la que se puede asegurar que están casi todos los que tiene que estar y apenas faltan nombres puntuales que bien podían tener acceso a la cartelería. Este examen a la torería andante se desarrollará en diez corridas de toros, dos festejos de rejones, dos novilladas con picadores y un espectáculo de promoción con los alumnos de la Escuela.

La Feria de Málaga es el examen de verano de Andalucía para el escalafón taurino. El primer compromiso serio de la primavera en Sevilla matiza algunas posiciones, para lo cual basta ver cómo los triunfadores de la Feria de Abril están colocados en la mayoría de las ferias, pero ahora se trata de pasar una reválida trascendente.

Decíamos sobre lo conveniente o no de subir la plaza a coso de primera categoría. Esa división es bastante artificial. Por el simple hecho de ser de primera no será mejor feria la malagueña, lo mismo que es posible que muchas de segunda tengan mayor categoría taurina que algunas de primera.

La subida a primera tendrá repercusión en el toro de lidia. A partir de ahora será un toro de mayor trapío (o debe serlo). En mis años de presencia en la plaza de Málaga, puedo asegurar que el toro que se ha lidiado ha tenido un nivel bastante digno con las naturales excepciones, que generalmente se ha producido en los festejos de las máximas figuras, en las que el trapío bajó de forma considerable. Habrá cambios en cuestiones económicas, administrativas y laborales. Nada en contra de la subida de categoría, pero es que Málaga ya era en muchos aspectos de primera. Puede ocurrir que las exigencias de un toro más voluminoso perjudiquen al desarrollo de las corridas.

¿Málaga de primera? Adelante, pero que no se olviden las nuevas responsabilidades que se deben afrontar, como la presencia de un toro digno e íntegro y el respeto máximo para los espectadores, que debe pasar por una autoridad competente al servicio de un espectáculo íntegro y con el objetivo de defender al espectador. Todo esto parece poca cosa, pero es fundamental.

La historia reciente juega a la contra. No se trata de recordar las frases peyorativas con las que se bautizó a la Feria en los años sesenta y setenta. Hay que ser realistas. Lo que perdura en la memoria de los aficionados son las grandes faenas que se han podido presenciar sobre el albero malagueño. Ahí hay que profundizar. Lo menos importante es que sea de primera o segunda; lo que importa es que se presencie buen torero ante buenos toros. Es una cuestión complicada, pero es un reto.

Los toreros de la Feria

Por la plaza malagueña desfilarán veintiún matadores de toros. Tres de ellos pisarán el ruedo en dos tardes distintas: Ponce, El Fandi y Salvador Vega. Por su parte, Javier Conde lidiará seis toros en solitario el día 19 de agosto. De nuevo habrá una alternativa, esta vez para David Galán, el hijo del inolvidable Antonio José.

Los matadores que repiten

Los tres espadas que harán doblete son Enrique Ponce, El Fandi y Salvador Vega. Nadie puede poner dudas sobre la categoría profesional del gran maestro valenciano. Tampoco debe olvidarse la feria tan completa que brindó a la afición en 2004, cuando recién salido de un serio percance reapareció en Málaga. Esa complicidad entre el diestro y Málaga le permite anunciarse con méritos sobrados en dos corridas de toros.

Pocas dudas también sobre la idoneidad del doblete de Salvador Vega. Es cierto que este espada aún no ha dado de sí la medida que debe esperar de sus posibilidades, pero en Málaga ha tenido grandes tardes de toros y es malagueño. Vega es un torero bien visto esta Feria, aunque a partir de ahora deberá ganarse sus actuaciones en el ruedo.

Distinto es el caso de El Fandi, cuya doble contratación sólo tiene como fundamente el propio tirón que tiene el granadino en base a sus espectaculares tercios de banderillas. Ya fue contratado dos tardes en la pasada edición y repite doblete, colocado en los dos sábados del serial. Es una estrategia empresarial, aunque su doble presencia quita un puesto para otro torero. A estas alturas no hay que descubrir sus portentosos tercios de banderillas como arma letal para encandilar a las masas.

Toreros curtidos

En este ciclo hay muchos espadas a los que se puede calificar de veteranos curtidos, aunque apenas han superado los treinta años. Son los casos de Víctor Puerto, Dávila Miura, Jesulín de Ubrique, Rivera Ordóñez y Finito de Córdoba, si finalmente actúa en la feria.

Víctor Puerto intenta reverdecer sus viejos laureles. No aparece mucho en las ferias, viene de triunfar en Santander, por lo que esta contratación es importante para volver a contar en las mejores combinaciones. Está totalmente recuperado de su enfermedad y tiene un recorrido suficiente para superar todo tipo de adversidades.

Dávila Miura es un torero que cae bien en Málaga. Sus buenas tardes han sido frecuentes, sin ir más lejos en la pasada Feria cuando cuajó un toro de Jarrama de espectacular arboladura. Se mantiene con dificultad en algunas ferias pero su declive es evidente.

Jesulín de Ubrique recordará siempre la Feria de 2004. El toro que le cogió le pudo dañar seriamente a su ya maltrecha anatomía. De Jesulín está casi todo dicho. En esta fase de su vida taurina es un matador tranquilo y templado, al que su enorme técnica le permite andar desahogado en la cara de los toros. Mantiene algún atractivo popular y se le coloca en día de mayor afluencia y cartel de masas.

Rivera Ordóñez también goza del afecto de esta afición, que recuerda a su abuelo ya su padre en tantas tardes de gloria. Se ganó su inclusión en la Feria ante un toro encastado de La Palmosilla que le obligó a realizar un gran esfuerzo.

Finito de Córdoba es un diestro muy querido en La Malagueta. Sobre su ruedo sufrió la única cornada de su trayectoria, por cierto bastante grave. Tiene muchos partidarios en esta plaza. Se plantea la duda sobre su presencia después de la imprevención quirúrgica que ha sufrido y que le impedido cubrir algunas actuaciones. De su calidad poco hay que decir, lo mismo que de sus inhibiciones.

Veteranos ilustres

El veterano más ilustre es José María Manzanares. No hace falta ni decir que es el mayor. En los rincones de La Malagueta aún se oyen los oles que provocaron sus grandes faenas. Es una alegría que vuelva en este año tan especial. Málaga lo recibirá con cariño y el maestro se entregará. Hace pocas fechas ha cuajado un toro en Algeciras que si lo repite en este feria crujirá la añeja estructura de la plaza.

También es veterano César Rincón. Hay ganas de presenciar una buena tarde el colombiano en esta plaza. Los triunfos de Madrid le han convertido en una novedad a pesar de su larga trayectoria.

Jóvenes con recorrido

Bajo este apelativo de jóvenes ya curtidos hay que considerar a diestros como El Juli, El Cid, Morante y Miguel Abellán, tres matadores sin ninguna relación pero a punto de entrar en el grupo de veteranos.

El Juli es una de las grandes figuras del momento. En Málaga ha tenido tardes buenas y ha derramado su sangre, pero aún se espera de este torero una actuación rotunda que le confirme a los ojos de la afición. Anda en un momento de alta capacidad técnica y de mayor calidad torera.

Morante de la Puebla vuelve a Málaga después de su año de ostracismo a causa de una enfermedad. Su nueva etapa se ha sembrado de tardes inolvidables, mayormente en plazas andaluzas como Jerez o Granada. Morante es un de los depositarios actuales del arte en su máxima expresión. Se puede esperar cualquier cosa.

No se puede poner en duda que El Cid es una de las mayores atracciones de la temporada. En Málaga se le conoce bien, porque cuando luchaba por saltar al primer plano cuajó grandes faenas en la feria, aunque ya entonces la espada le dejó sin muchos trofeos. Viene con el aval de figura logrado por sus triunfos en Sevilla y Madrid.

Abellán es diferente. El madrileño es torero de entrega y ganas. Ha logrado algunos triunfos en La Malagueta, aunque planea la duda sobre si su contratación está justificada por sus éxitos o por motivos de despacho. Lo debe resolver ante las reses del Marqués de Domecq.

Toreros en ascenso

Sebastián Castella anda en la lucha de colocarse en los mejores carteles. Su valor es incuestionable. Ha salido revalorizado de Madrid y se le espera con expectación en la corrida inaugural.

De César Jiménez cabe recordar que ha logrado grandes triunfos en la Feria y que ahora se encuentra en fase de cambio de la mano de Joselito. El año pasado no acabó con buen pie la su paso por Málaga, pero el cambio ha sido evidente y se puede considerar que es una novedad.

Los nuevos

En este capítulo se incluyen a El Capea, Eduardo Gallo, Miguel Angel Perera y David Galán. Del primero sólo cabe recordar que hace un año se doctoró en la feria y que su trayectoria ha sido desigual. Es un torero que se quiere en Málaga por la figura de su padre. Está por definir su futuro.

Lo mismo se puede decir de Eduardo Gallo, que después de la tremenda cornada de Badajoz ha vuelto con ilusiones renovadas. Gallo es uno de los jóvenes con mayor interés del escalafón.

Tal vez la gran noticia de estas últimas fechas sea la confirmación de Miguel Angel Perera. El extremeño ha soltado amarras y está demostrando que las esperanzas depositadas en su toreo eran más que fundadas. Es valiente, liga en un palmo de terreno y ha ganado temple. Puede ser una de las sensaciones del ciclo.

Toma la alternativa David Galán. Su toreo de masas debe encontrar en el escalafón superior algo de templanza. Hay que desearle suerte en la tarde de su doctorado junto a dos maestros como Manzanares y Rincón. Será una tarde de emociones.

Y Javier Conde…

Para quien no vive habitualmente en Málaga es muy atractiva la relación entre la afición malagueña y Javier Conde. Se puede comprobar que hay devotos y detractores casi a partes iguales. Coincidiendo con sus diez años de doctorado, Javier lidiará seis de Martín Lorca en solitario. Es un reto interesante. Conde podrá dar buena cuenta de sus diversas facetas como torero, desde la más profunda y auténtica a esa otra tan personal y que tanto gusta en algunos sectores. Al margen de otras circunstancias, esta corrida marca un hito en la Feria malagueña.

Las ganaderías

La empresa ha optado por ganado que está considerado como de garantías. Es más, se dejan de lado corridas como las de Partido de Resina que habían cerrado el ciclo en años pasados. El dominio de Domecq es absoluto y total. Todas las corridas tiene origen Domecq, en parte o en su totalidad.
Dentro del elenco ganadero destacan las de Fuente Ymbro y La Palmosilla. La primera porque está en gran momento; la segunda, porque algún toro del pasado año aún se mantiene en el recuerdo de la afición. En el lado de corridas apetecibles, las des siempre: Daniel Ruiz, Núñez del Cuvillo, Salvador Domecq, Parladé y Santiago Domecq. Si están bien presentadas, tienen fuerzas y se mueven, milagro, milagro, la feria podrá ser buena.

Dos de rejones

La empresa no se ha complicado mucho la vida: dos de rejones. La del domingo 14 con tres caballeros más nuevos como Galán, Rui Fernandes y el hijo de Leonardo Hernández. En el cierre, la gran estrella Hermoso de Mendoza con Luis Domecq y Diego Ventura. Se nota la ausencia de Andy Cartagena, el rival de Hermoso, o de caballeros como Alvaro Montes. La realidad es que las empresas no deberían abusar de los festejos de rejones, pero es una forma de rentabilizar las ferias.

Novilleros

En horario nocturno se celebrarán dos novilladas con picadores. La primera será para presentar a algunos aspirantes de Málaga. Repiten El Cartujano y Javier Avilés, algo estancados desde el pasado año. Debuta con caballos Alejandro Sánchez, producto de la Escuela Taurina de Málaga, por tanto, el primer eslabón de una serie de jóvenes que deben aspirar a llegar a lo más alto con el nombre de Málaga por bandera. En la otra novillada, El Cordobés y Cayetano con el niño de Moura a caballo. Hay acuerdo generalizado en que esto de las mixtas no es recomendable. De todas formas, la presencia de los dos novilleros es atractiva.

El dilema de la autoridad

Málaga debe hacer este año un ensayo general para su ascenso a plaza de primera en 2006. Por tanto, deben cuidarse la presentación de los toros, el orden de la lidia y los trofeos. La autoridad debe ser extremadamente cuidadosa en impartir justicia, defender al espectador y a la categoría del coso, así como en respetar el todavía vigente Reglamento. Por ejemplo, para cortar dos orejas hay que torear de capa, lidiar bien el toro, cuajarlo con la muleta y matarlo a la primera por arriba. En Málaga hay demasiada disparidad de criterios entre los equipos gubernativos, como en todas partes. No es momento de mencionar a nadie, pero no es bueno que haya un presidente blando y otro duro. A Málaga le da más prestigio el que más exige.

Reclamo final

La Malagueta se dispone a celebrar su gran Feria taurina de 2005. En la del año pasado hubo tardes muy buenas. El público respondió de forma respetuosa. La afición debe tomar el pulso de la plaza, porque serán fechas de aluvión con muchos espectadores de ocasión, que deben recibir como índice de comportamiento el ejemplo de los entendidos. Sería ideal formar nuevos entendidos para los años que vienen, algo que debería recaer en los grupos organizados bajo el amparo de la administración. Málaga debe consolidarse como una Feria grande. Está en el camino. Para ello, hay que asistir a las corridas con respeto para todos los actuantes. No es mejor corrida aquella en la que se cortan más orejas. Este asunto debe ser fundamental. Que lejos de Málaga se sepa que si hay trofeos en La Malagueta es porque un toreo lo ha bordado.