Novillo de MadridLuis Carlos Peris.– Antes de que el inefable Simón Casas sentenciase que las novilladas en Madrid rozan el concepto de crimen contra la Humanidad, desde esta atalaya ya se había alegado contra esa especie de circo romano que es Las Ventas del Espíritu Santo. La cornada que no se ha llevado por delante la vida de Pablo Belando de puro milagro ha sido el pase de la firma en la macabra faena de once novilleros heridos este año en Las Ventas, varios de ellos de suma gravedad. Aquella cornada de Rafa Serna que pudo dejarle cojo para siempre fue el detonante de nuestra denuncia, pero han ocurrido varias más. La causa principal es el desmesurado toro que, con el sello de novillo, le echan a novilleros que apenas se han vestido de luces. Sólo hay novilladas en Madrid y en Sevilla y llegan a estas plazas sin apenas oficio, pero si luego sale el novillo de Madrid, hule habemus.