El imperio de Gallito y Belmonte
No es fácil resumir en pocas líneas la trascendencia del período que comienza en 1910 y se extiende hasta 1920. Es la propia historia del toreo la que se escribe en el ruedo de la Real Maestranza, con un interesante añadido en la efímera vida de la plaza Monumental de Sevilla. La Feria de Abril será escenario de la etapa más gloriosa del toreo con la irrupción de dos sevillanos que serán el eje de la fiesta: Gallito y Belmonte.
El primero, el menor de los hijos de Fernando El Gallo, nacido en la finca Huerta de El Algarrobo del Gelves, que era como una pequeña Escuela Taurina. Todo lo que respiró José Gómez Ortega desde su cuna fue tauromaquia, como se comprueba en la famosa fotografía en la que con dos años empuña una muletilla para torear a un hermano que le embiste. Gallito fue niño prodigio y torero prodigioso por su inteligencia natural. Fue la misma tauromaquia.
En el otro lado, el hijo de un quincallero de la calle Feria, instalado y criado en Triana, que sin ningún antecedente taurino vive sus noches de luna llena en los campos de Tablada con sus amigos del barrio que sueñan con ser toreros. Juan Belmonte nació de lo más profundo del pueblo, se alimentó de sueños y realizó el toreo sin más.
La etapa que analizamos es prolija en acontecimientos en Sevilla y en su Feria de Abril. Los carteles de 1910 no reflejan aún el cambio que estaba a punto de producirse, de forma que en la Feria actúan El Gallo, Quinito, Vicente Segura y Bienvenida padre. Se organizaron tres corridas y la del domingo de Pascua. A lo largo de la temporada, en una fecha entonces irrelevante, se produjo la presentación sin picadores de Juan Belmonte el 21 de agosto. Sus picadores lo llevaron a hombros hasta su casa de la calle Castilla.
No fue muy florida fue la Feria de 1911, con carteles formados El Gallo, Ricardo Bombita y Vicente Pastor, que torean las tres corridas de la Feria los días 18,19 y 20 de abril.
El año 1912 se celebraron cuatro corridas de toros y la del Domingo de Resurrección. Alternaron en los carteles Minuto, El Gallo, Bienvenida padre y Rodolfo Gaona. Se lidiaron dos corridas de Miura, debido a que no se pudo lidiar la anunciada de Moreno Santamaría. En la Feria destacó la gran faena de Rodolfo Gano al toro Desesperadito, de Gregorio Campos, el día 21 de abril.
El mexicano Rodolfo Gaona fue un torero que cruzó pronto el Atlántico para instalarse en España, donde tomó la alternativa en 1908. Su estilo torero fue elegante con el capote y la muleta, así como un buen banderillero, pero muchas veces careció de dominio para resolver problemas en el ruedo. Además, era bastante irregular. Su estela, sin embargo, fue la de un buen torero.
El año 1912 no fue de gran brillantez por lo sucedido en la Feria, pero fue trascendental por otras cuestiones. El 23 de junio debutó con picadores en la Maestranza Gallito, el 21 de julio lo haría Juan Belmonte. El 28 de septiembre, en la Feria de San Miguel, El Gallo concedía la alternativa a su hermano menor, José Gómez Ortega “Gallito”. Dos días más tarde, los hermanos protagonizaron un histórico mano a mano. El futuro se abría paso. A Belmonte le quedaba el año 1913 como novillero antes de alcanzar la alternativa a finales del mismo.
El año 1913 se consagra definitivamente Gallito en Sevilla. Su mejor tarde fue el 21 de abril con toros de Benjumea. Ese año se celebraron en primavera ocho corridas de toros, en las cuales Ricardo Bombita actuó en cinco de ellas. Este torero se despidió del toreo en un festejo celebrado el 30 de septiembre.
Juan Belmonte había tomado la alternativa en Madrid en la despedida de Machaquito a finales del año 1913. Su primera corrida como matador de toros en Sevilla fue el 12 de abril. Sin embargo, la historia recogerá con letras de oro la fecha del 21 de abril de ese año. Belmonte torea con Gallito en Sevilla por primera vez como matador de toros. La corrida es de Miura. Belmonte llega resentido de una cogida en Murcia, se duda de su presencia, pero se presenta en Sevilla y arma un alboroto. Le cogió un pitó a un toro, lo que dio paso a la célebre frase del ganadero: Se acabó la leyenda de los Miuras. No es posible que Belmonte le haya cogido un pitó a uno de nuestros toros.
La Feria de 1915 es de competencia feroz entre Gallito y Belmonte, que llegan a torear dos tardes mano a mano. Alternan ambos triunfos sonoros con tardes menos buenas. En los carteles apareen nombres como Rafael El Gallo, que actúa junto a los dos fenómenos en la de Miura, Limeño, Curro Posada y Bombita III. Lo más destacado de ese año ocurrió en San Miguel. Gallito mata el día 30 de septiembre seis toros de Santa Coloma y corta la primera oreja de la historia en Sevilla.
Siguen Gallito y Belmonte como duelos absolutos en 1916 con la compañía de Gaona y Vicente Pastor. Los dos reyes del toreo actúan todas las tardes de la Feria y en dos ocasiones en reñidos mano a mano. En la primera corrida del año en 1917, Belmonte hace una faena inolvidable a un toro de González Nandín. Gallito no torea en la Feria porque está pendiente de la inauguración de la Monumental; Belmonte no lo hace porque está herido. Ambos se encontrarán en corridas benéficas posteriores. Gallito cuaja tardes memorables.
El día 7 de junio de 1918 se inaugura la Monumental de San Bernardo, una plaza creada por y para Gallito. En esa fecha cortó la primera oreja. La temporada en la Maestranza había contemplado a Gallito en la Feria, aunque Belmonte, que había decidido descansar no hizo acto de presencia. Gaona, Camará y Fortuna son los asiduos de los carteles.
El año cumbre de Joselito El Gallo en su plaza fue 1919. Torea todas las corridas de la Feria y hasta diez en la temporada. Torea en el patio de su casa. Mientras, Belmonte vuelve a la Maestranza. La competencia entre las plazas en tremenda. En al año 1920, la misma empresa regenta ambas plazas y se respetan las fechas. Gallito vuelve la Real Maestranza. El día 23 de abril toreó por última vez en la Monumental y el día 29 de mismo mes, en tarde con Belmonte, lo hace en la Maestranza con una corrida de Gomero Cívico a la que le corta una oreja. El 16 de mayo dejó su vida en Talavera frente a un toro burriciego de Ortega.
El 20 de abril toreó su primera Feria un diestro llamado Manuel Jiménez Chicuelo, llamado a ser un espada se categoría superior para Sevilla. Había tomado la alternativa el año anterior n San Miguel de manos de Belmonte. Al morir Gallito y aparecer Chicuelo, la historia del toreo estaba a punto de pasar una página fundamental. La misma Monumental había finalizado su trayectoria. El 30 de septiembre, ya muerto Joselito, celebró su último festejo, una novillada. Breve vida la de esta plaza.