De Rafael El Gallo a Pepe Luis
Los primos años de la década de los treinta son complicados en España desde el punto de vista social y económico, lo que influye de forma decisiva en la fiesta de los toros. En los se refiere a Sevilla, en los años anteriores a la guerra llegan a la Maestranza nuevos toreros, como Domingo Ortega y Manolo Bienvenida, si bien siguen en posición dominante Rafael El Gallo, que reapareció el 1 de abril de 1934 en la Maestranza, Chicuelo, Juan Belmonte, que también volvió con una exclusiva de Pagés en el citado año 34, Cagancho, Fuentes Bejarano, Marcial Lalanda y Niño de la Palma.
El toreo mexicano contó con un brillante representante estos años en Sevilla: Miguel Espinosa “Armillita”, que fue considerado como El Gallito de México, dadas sus grandes cualidades como lidiador. También es obligado dejar constancia de las facultades como banderillero de Pepe Bienvenida, la época de competencia entre Diego Laínez y Diego de los Reyes, y la eclosión de Pascual Márquez en 1935 en Sevilla.
El torero que más sobresalió en esto años fue Domingo Ortega, un lidiador consumado, poderoso, bueno con el capote y portentoso con la muleta en la derecha, que era un espada de gran facilidad en la cara de los toros.
En la Feria de 1931, retrasada por la proclamación de la Republica el 14 de abril, destacó Manolo Bienvenida, triunfador de ciclo al cortar un rabo el 22 de abril a un toro del Conde de la Corte, se lució Marcial Lalanda y dejó una buena impresión domingo Ortega. La corrida de miura fue estoqueada por Lalanda, Fuentes Bejarano y Bienvenida. La corrida quedó en mano a mano entre Marcial y Bienvenida por percance de Fuentes.
Chicuelo y domingo Ortega son los toreos que domina n los carteles de 1932, un año con sólo tres corridas en la Feria y el triunfo del aragonés Nicanor Villalta. Fue una feria pobre, en la que por no haber no hubo ni corrida de Miura.
No mejora la situación en 1933, con triunfos de Domingo Ortega y Armillita y fracaso de Manolo Bienvenida en la de Miura, que este año reapareció en Sevilla. La feria taurina se componía escasamente de tres corridas y la de apertura de temporada.
Rafael El Gallo reapareció en la Maestranza el 1 de abril de 1934, pero una de sus tardes inolvidables ocurrió el 19 de abril en un festejo que torea con Cagancho, Ortega y De los Reyes, en el que el genial torero corta un rabo. Con más de treinta años de alternativa, el Divino Calvo esculpió el toreo más bello posible.
Este año de 1934 es muy significativo para la Fiesta. Belmonte acude en ayuda de Pagés, que fue vetado por la unión de Criadores de Toros de lidia, y reaparece en Nimes. Belmonte se trae de América Rafael El Gallo, que toreó en la Feria de Sevilla. También vuelve a los toros Ignacio Sánchez Mejías, que moriría el 11 de agosto en Manzanares. Su muerte dio lugar a la más bella elegía por la muerte de un torero: Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, de García Lorca.
Apenas tres corridas en la primavera sevillana de 1935. En las tres corridas de la Feria no se cortó ninguna oreja. Actuaron Chicuelo, Niño de la Palma, Manolo Bienvenida y los mexicanos Lorenzo Garza y El Soldado. No fue un buen año en corridas, pero en novilladas se comentó la eclosión de un torero nacido en Villamanrique de la Condesa de nombre Pascual Márquez, que revolucionó a la afición sevillana.
La feria del año 1936 fue excelente. Actuaron Marcial Lalanda, Ortega, Chicuelo, Gitanillo de Triana, Reyes, Niño de la Palma y Alfredo Corrochano. Competencia feroz entre Domingo Ortega y Bienvenida, solventada por último con un gran triunfo el 20 de abril al cortar las orejas y el rabo de un toro de Murube. Buena impresión de Rafael Vega Gitanillo de Triana. Sin embargo, la gran noticia de la Feria de este año de 1936 fue la fabulosa novillada celebrada el 21 de abril, con reses de Belmonte, y la actuación de Diego de los Reyes, Torerito de Triana, Pascual Márquez y Rafael Gallito. ¡Se cortaron diez orejas, dos rabos y una pata! Fue Pascual Márquez quien cortó la pata. Es preciso considerar que eran tiempos diferentes.
Con la guerra en pleno desarrollo, los festejos son denominados patrióticos, porque todos tienen alguna finalidad benéfica relacionada con la contienda. No hay ese año corridas de toros en la Feria de Abril. Se sustituyen por novilladas. El 24 de abril mata seis astados en solitario Pascual Márquez, que tomaría la alternativa en la Maestranza el 27 de mayo. Torean en fechas diferentes los hermanos Manolo y Pepe Bienvenida, Fuentes Bejarano, Ortega, Pascual Márquez y Chicuelo. En una nocturna sin caballos debutó en la Maestranza un chaval rubito llamado Pepe Luis Vázquez.
En 1938 la Feria es una mezcla de corridas y novilladas. Siguen en candelero Chicuelo y Cagancho, actúan Ortega y Márquez y se suman a la fiesta Fuentes Bejarano y Victoriano de la Serna. Son novilleros destacados Torerito de Triana, José Ignacio Sánchez Mejías y Juanito Belmonte.
Ese año del 38 es pródigo en novilladas. El anterior mentado Pepe Luis Vázquez –simplemente Pepe Luis- toreó siete novilladas picadas y cortó nueve orejas, tres rabos y dos patas. El 25 de mayo debutó en Sevilla como novillero un espada cordobés llamado Manuel Rodríguez Manolete; el 5 de junio debutó con picadores en Sevilla Pepe Luis. Estábamos en los albores de un nuevo tiempo del toreo.
De nuevo hay muchas novilladas en la Feria de 1939. En la corrida de toros de Escudero Calvo, los victorinos de ahora, corta un rabo Pepe Bienvenida. Entre los novilleros, Rafael Gallito, José Ignacio Sánchez Mejías, El Yoni, Luis Mata y Manolo Calderón. Poco después de la Feria, poco antes del fin de la guerra, Chicuelo le da la alternativa a Manolote en Sevilla. Ocurres esta importante corrida el 2 de julio. El padrino está cumbre y corta las orejas y el rabo, pero el neófito también brilla.
Manolote ya es matador de toros. La guerra acaba. España comienza una etapa nueva y difícil. El toreo tiene muchos problemas. No hay apenas toros en el campo. La Fiesta es uno de los espectáculos predilectos de aquella España de necesidades primitivas. Comienza la etapa de Manolete en el toreo. Para Sevilla, la etapa de Pepe Luis que en 1940 tomará la alternativa.