La UTAA de Sevilla se constituye el 22 de diciembre de 1989 mediante acta fundacional de los socios fundadores y se encuentra inscrita en el Registro Oficial de Asociaciones de la Consejería de Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía con el nº. 41/1/03335.
Esta Unión de Abonados y Aficionados tiene como objeto social, entre otras cuestiones, el fomento de la afición y la cultura taurina tan arraigada en nuestro país, referida preferentemente a la plaza de toros de Sevilla.
Como integrante de la Unión Taurina Nacional se marca como objetivo garantizar y promover el enriquecimiento de la fiesta de los toros defendiendo el derecho colectivo al ejercicio del hecho cultural taurino tradicionalmente integrante del patrimonio nacional.
Entendiendo que nuestra fiesta es la expresión de una cultura tan singular donde se funde la estética, la técnica, la habilidad, el valor, la emoción, el riesgo etc. pretendemos que este arte no sea menospreciado ni adulterado, no ya por los propios taurinos, sino por los que muestran posiciones favorables a su desaparición.
La UTAA de Sevilla denuncia que en los últimos años se desarrolla una fiesta donde los valores esenciales se difuminan manipulando la crianza del toro hacía posiciones que alteran su comportamiento natural y donde ciertos monopolios dominan todo el entramado para beneficio de pocos, en detrimento de la fiesta y de los aficionados.
El dominio actual de la fiesta por parte de ciertos sectores ganaderos y empresariales nos ofrece un espectáculo en el cual prácticamente ha desaparecido la suerte de varas. El toreo de capa como expresión máxima de estética y dominio se ha reducido a contadas ocasiones. Los quites y la competencia entre toreros apenas exíste. Ellos mismos la rehuyen. La faena de muleta se convierte en la mayoría de los casos en una sucesión de pases carentes de profundidad, ante animales parados, desrazados y disminuidos en su bravura. La estocada como suerte suprema apenas es tenida en cuenta para valorar la concesión de orejas. Los presidentes adolecen de falta de profesionalidad y conocimientos y los aficionados de verdad desertan de las plazas para dejar paso al público ocasional fácilmente manipulable por unos medios de comunicación escasamente independientes que hacen las crónicas al dictado de los taurinos.
Por estos motivos, someramente expuestos, es por lo que se hace necesario que los aficionados vuelvan a tener el protagonismo que merecen para que la adulteración de los valores reales de nuestra fiesta no continúe adelante. Con estos argumentos que parten de la independencia y la libertad de expresar lo que sentimos, sin ninguna vinculación al taurinismo andante actual, la UTAA de Sevilla pretende seguir aumentando el número de aficionados independientes que sienten la fiesta y quieran disfrutar del toro en plenitud además de profesionales dispuestos a entregarse.
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