El año que comienza puede ser muy beneficioso para la fiesta de los toros si los miembros que participan en su gestión y desarrollo aprovechan el momento para demostrar sus virtudes. Aunque las circunstancias puedan aventurar lo contrario, la historia demuestra que siempre que ha habido ataques la Fiesta ha subido en cuanto a la consideración de la sociedad y ha aumentado el número de partidarios y defensores.

Ataques enfurecidos

Para que este momento de ataques enfurecidos desde varios frentes pueda revertir en un crecimiento de aficionados se imponen una medidas de tipo social, político y taurino. Es necesario explicar bien a la sociedad que la existencia del toro bravo es una maravilla que la naturaleza le ha regalado a España. Es fundamental investir de la mayor importancia a todo lo que realizan los diestros en las plazas. El objetivo final de la lidia del toro es la muerte en la plaza, que cuando está bien realizada es un tipo de sacrificio menos cruento que cualquier otro intento realizado en mataderos o en corrales después de una lidia completa. Es más espeluznante lo que puede suceder en los mataderos con otras especias que la muerte en la suerte con estoque. El único final de las corridas es la muerte del toro. La supresión de ese momento sería el final de las corridas.

Después de una lidia con tercio de varas y banderillas, el final con estoque bien realizado es menos cruento que cualquiera otra forma que se pudiera pergeñar. Para que esta sensación se apodere de la mayoría de la sociedad, los espadas deben esmerarse en realizar las suertes con la máxima pureza.

La opinión de la ministra Narbona puede que sea ciertamente un criterio personal. Es muy desafortunado que el partido socialista tenga un discurso distinto en Madrid y en otras comunidades. Mientras en Andalucía se destina una partida importante para ayudar a las Escuelas Taurinas, al tiempo que se aplica un nuevo Reglamento Taurino, algunos miembros del mismo partido echan piedras en el camino con intenciones poco claras. La clase política debe dar un paso al frente para saber con firmeza cuáles son las intenciones de cada grupo. Este pronunciamiento incumbe tanto al partido que gobierna como a los de la oposición.

El caso de Cataluña

El mundo de los toros tiene un grave problema en Cataluña. Pero que nadie olvide que es simplemente político. No están lejos los tiempos en los que las plazas catalanas se han llenado para ver corridas. Esa afición sigue viva en Cataluña y sólo algunos políticos sectarios que consideran que el toreo es algo muy español ponen todo su empeño en declarar como antitaurina una ciudad que ha sido santo y seña de la Fiesta en tiempos cercanos. El ejemplo de la cercana Francia es de los que deben animarnos a todos. Mientras se trata de suprimir las corridas en Cataluña, Francia vive momentos de esplendor. No es más avanzada socialmente Cataluña que Francia porque elimine los toros. El toreo ha sido su objetivo, pero no por la propia actividad taurina, sino porque en su afán de independencia atacan todos los símbolos de la nación española.

Es un problema político, hay que concienciar a la sociedad de la legalidad del toreo, hay que recordar que se trata de una actividad que genera una actividad económica muy alta y, finalmente, hay que implicar a los taurinos.

El mundo de los toros debe organizar su gestión. Las plazas de toros deben regular su funcionamiento. Es una obligación de los taurinos abaratar las entradas y mejorar el espectáculo. Para lo primero se impone que los pliegos para otorgar los cosos taurinos sean razonables, que los políticos no pidan una ingente cantidad de corridas en ferias que no admiten más que un número limitado. Se trata de racionalizar la gestión. Si una empresa se ve en la obligación de organizar seis corridas y sólo gana dinero en dos de ellas, subirá los precios para equilibrar sus presupuestos.

El papel de los medios

Los medios de comunicación tienen un papel importante en este momento tan delicado. Durante la temporada 2006 aumentó el número de festejos televisados con unos buenos índices de audiencia, lo que le han convertido en un filón atractivo para algunas cadenas. Por desgracia, este aumento de festejos televisados no se acompaña de más presencia taurina en los informativos. El toreo sigue siendo una materia sensacionalista que sólo aparece en algunos medios en los casos de percances o escándalos, pero nunca por los grandes triunfos o gestas de los matadores. Curiosamente, el periódico progubernamental es uno de los más significados en ocultar los valores del toreo, pero siempre está presenta para ofrecer noticias negativas, como ha ocurrido en el caso de la posible venta de la plaza de Barcelona por parte de Balañá.

La radio y la prensa minimizan, como norma general, las informaciones taurinas. Los espacios de radio siguen relegados a horas impropias de las personas normales. En comparación con los recursos que mueve en materia económica y el número de espectadores que asisten todos los años a las corridas, los medios de comunicación tratan a los toros con menos consideración que a otras actividades con menos arraigo. La sociedad española actual no es tan agresiva con el toreo como quieren demostrar algunos. Lo ha demostrado la encuesta de Sigma –Dos que ha publicado EL MUNDO.

En España avanza la intención de impregnar a la sociedad de una moral animalista que es perversa. El discurso moralista de algunos políticos, falsos ecologistas, gana terreno entre quienes han sido más indiferentes, que de pronto se vuelven antitaurinos porque se considera “más moderno”. El toreo debe tomar la iniciativa y alejar el debate sobre la fiesta del terreno de la moral y llevarlo al terreno de la política en los aspectos mencionados: económico, social y el de su legalidad.

Toreros interesantes

Nunca como en estos momentos había tantas posibilidades para que la Fiesta aumente su interés en la sociedad española. Durante la temporada 2006 aumentaron de nuevo los espectáculos taurinos y el número de espectadores. En la mayoría de las ferias españolas se lidiaron toros de mayor calidad. La baraja de toreros que comienzan su andadura este año es amplia y variada. Se intuye que habrá competencia dura en los ruedos. Es una situación ideal para que el toreo ocupe el primer plano del protagonismo, simplemente en concordancia con todo lo que moviliza el segundo espectáculo de masas de España.

Como símbolo de este momento espléndido, un torero nacido en Francia es una de las grandes figuras del momento. El francés Sebastián Castella, nacido en Beziers y hecho torero en Sevilla, es el mayor atractivo de esta temporada. Siguen en su sitio los consagrados Enrique Ponce y El Juli. Se mantiene El Cid como un torero puro para los buenos aficionados.

Pero el futuro se prometedor. Los más jóvenes piden guerra. Son los casos de César Jiménez, Miguel Ángel Perera, Matías Tejela, Manzanares, López Chaves, Salvador Cortés, Luis Vilches o Salvador Vega. Pero entre los novísimos hay toreros como Alejandro Talavante, de quien se puede esperar que aglutine en las plazas a todos los que en su día fueron en fiel peregrinación detrás de José Tomás. Y está Cayetano, al que este año tal vez haya que esperar porque ya se conoce su decisión definitiva que no torear en Sevilla ni en Madrid, pero que despertará una gran expectación por su evidente capacidad para torear muy bien.

La Fiesta siempre ha salido fortalecida tras las campañas de ataques furibundos. El clima actual parece poco propicio para este maravillosa arte que es la lidia del toro por parte de los hombres. Si se aprovechan las circunstancias, puede ser el comienzo de un tiempo de gran bonanza, sobre todo por lo que puede generar de mayor pureza en el desarrollo de las corridas.

LOS NÚMEROS DE LA FIESTA

El informe publicado por EL MUNDO el día 24 de diciembre fue contundente: la Fiesta de los toros mueve todos los años 1500 millones de euros. Es, por tanto, un sector de enorme importancia en la economía nacional. Se ha comentado hasta la saciedad que, gracias a las corridas de toros, se generan en España un número de puestos de trabajo cercano a los 200.000 empleos. Gracias a la ganadería de bravo se conservan más 300.000 hectáreas de dehesa en perfecto equilibrio ecológico para que se reproduzcan otras especies.

El año 2006 ha sido un año de crecimiento. En España y Francia se han celebrado 2270 espectáculos taurinos, desglosados en 1035 corridas de toros, 708 novilladas con picadores y 527 corridas de rejones. A todo ello hay que sumarle una cantidad sin especificar de novilladas de promoción, festivales taurinos y toros en las calles.

Estas cifras suponen un ligero incremento sobre 2005 con 31 espectáculos más, sobre todos a expensas de las corridas de toros. Andalucía fue la comunidad que más festejos taurinos celebró en España con 469 festejos, de ellos 250 corridas de toros, 124 novilladas picadas y 85 corridas de rejones. En 2006 se han incrementado en 51 los festejos celebrados respecto a 2005 (el 4.6 %), festejos que aumentaron principalmente en Córdoba, Granada y Cádiz.

El número de espectáculos taurinos televisados subió en 2006 en un 16,5 por ciento respecto a 2005. Se pasó de 182 a los 208 de este último año. En este aumento ha tenido mucha importancia el canal autonómico de Castilla-La Mancha, que ofreció 106 festejos. También ofrecieron toros Digital Plus (36 festejos), Canal Sur (30), Canal Nou (14), Telemadrid (14), TVE (12), Aragón Televisión (3) y Antena 3 (2 festejos).