Los 125 años de la plaza de El Puerto

El día 5 de junio de 1880 se inauguró la actual plaza de toros de El Puerto de Santa María. Comenzó aquella tarde una historia fecunda en este coso taurino, escenario de corridas de toros históricas y que representa, ante la falta de plaza de toros en Cádiz, el principal escenario para el toreo e un rincón gaditano.

El Puerto de Santa María se acerca al lugar soñado por su enclave, climatología y belleza natural. La estrecha unión entre esta ciudad y las corridas está fuera de todas las dudas. A comienzos del siglo XVII ya se corrían toros en esta ciudad, concretamente en la explanada de la Iglesia Mayor Prioral.

El Puerto de Santa Maria, ciudad situada en el centro neurálgico de la Bahía de Cádiz, es reconocida culturalmente como la ciudad de los 100 palacios. Valdivieso, Purullena, Vizarrón y otros que hicieron fortuna en Indias, lograron hacer de la Muy Noble y Leal ciudad de El Puerto de Santa Maria el centro de atención de la provincia de Cádiz.

Esta ciudad siempre ha sido villa privilegiada por la alta aristocracia y familias reales, que escogieron este rincón para su descanso. Pero también fue, y aún sigue siendo muy reconocida, por las corridas de toros.

A finales de este siglo, concretamente en 1.697 y en la explanada de la Plaza del Polvorista (en la zona que ahora ocupa la Casa Consistorial) se levantaron los primeros tinglados de vigas y tableros que dieron lugar a la creación de los circos taurinos.

En 1.769 se construyó la primera plaza fija de madera en el Ejido de San Francisco, y en este mismo lugar se sucedieron otras durante los años 1.775, 1.783, 1.802 y 1.813, siendo esta última devorada por un incendio estimulado por el calor y el fuerte viento de levante.

En 1.843, a instancias del alcalde de la ciudad D. José Gay, se creó una Empresa anónima con el fin de construir una nueva plaza de toros, que también fue pasto de las llamas en la tarde del 10 de julio de 1.877.

Por iniciativa de Tomás Osborne Bohl de Faber, D. Ramón Jiménez y otros portuenses ilustres, se creó la Junta que había de comenzar la construcción de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María. El 2 de mayo de 1.878 se firmaron las escrituras. El 1 de noviembre se puso la primera piedra, para ser inaugurada el citado 5 de junio de 1.880.

El cartel de la inauguración rezaba así: “En la tarde del 5 se jugarán seis toros pertenecientes a la acreditada ganadería del Sr. Don Anastasio Martín, vecino de Sevilla y en la del 6, de la renombrada de la Excma. Sra. Marquesa Viuda de Saltillo. Espadas: Antonio Carmona “El Gordito” y Rafael Molina “Lagartijo”. El primero de Sevilla y el segundo de Córdoba, los que matarán alternando”.

En la antesala del palco presidencial figura la cabeza del toro “Bordador” como el primero que se lidió en la plaza, pero unos aficionados demostraron que fue el llamado “Vivorillo”. El citador Bordador fue el segundo y lo lidió Lagartijo. Al morir el que mató El Gordito de nombre “Vivorillo”, nadie se acordó de cortar su cabeza y se puso la de "Bordador" y desde entonces hasta nuestros días quedó como el de la inauguración del coso de la ciudad.

En 125 años, la plaza de toros ha vivido jornadas inolvidables. No se puede olvidar la muy célebre frase de Joselito que inmortalizó el coso: “Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros”. Traducido a nuestros días se puede afirmar con rotundidad que una buena corrida de toros en El Puerto no se olvida en la vida. Esa frase la pronunció el rey de los toreros en San Sebastián en el curso de una tertulia que debatía dónde eran más bellas las corridas. Joselito zanjó la cuestión con su frase que ha quedado inmortalizada en un azulejo en la entrada por la Puerta Principal del coso.

La plaza tiene forma de polígono regular de sesenta lados con un diámetro de 99,80 metros. Tiene un tendido de dieciséis filas y dos galerías cubiertas. El ruedo tiene un diámetro de 60 metros, con un callejón de dos metros de anchura. Tiene 15 puertas, entre la Principal. Los muros interiores están construidos de mampostería, con piedra sillería en los ángulos, jambas y cerramientos, y reforzados con pilares de ladrillos; el arco interior de la plaza resulta formado por 122 columnas de hierro fundido, distribuidas en los dos pisos y enlazadas entre sí por vigas armadas de hierro laminado; las barandilla son de hierro de T con adornos de fundición; y aunque no obedece a un orden arquitectónico fijo, su ornamentación es el resultado de sus materiales, que constituyen un todo armónico, modelo de esbeltez y elegancia. La capacidad de la plaza es de 12.186 personas.

La historia de la plaza es muy rica en acontecimientos y anécdotas que nos llevarían a ocupar un espacio muy grande. Son famosos los festejos del verano. Es una plaza muy entendida en materia taurina, fundamentalmente por las influencias de una zona ganadera única en el mundo como es la provincia gaditana.

En la segunda mitad del siglo XX se han celebrado grandes corridas que ha tenido como protagonistas a las figuras del toreo. Manolete se despidió de novillero en la plaza Real de El Puerto; allí han toreado Antonio Ordóñez, Litri, Camino, El Viti, El Cordobés y muchos otros. En los tiempos más recientes son famosas las actuaciones de Paquirri y Paco Ojeda; más reciente es la explosión que ha produjo en esta plaza José Tomás.

La plaza, grande y hermosa, es propiedad del Ayuntamiento de la ciudad. Han sido muchos los empresarios que han organizado festejos, pero hay que mencionar a dos que cubrieron una época muy importante: Enrique Barrilaro y Diodoro Canorea. En los años sesenta había una publicidad que decía: “La plaza del Puerto es la mejor iluminada del mundo”. Era cierto, los festejos nocturnos en la Real Plaza fueron célebres. En una ocasión se lidiaron seis toros ensabanaos de Osborne, cuyas cabezas están en la entrada principal. En la actualidad es Justo Ojeda quien lleva la gestión de la plaza.

Es plaza Real, pero hasta el 2 de agostote 1998 no pudo el Rey Juan Carlos inaugurar el palco regio. En este festejo actuaron Emilio Muñoz, Litri y Manuel Díaz “El Cordobés” con toros de Jandilla.

LOS FESTEJOS A PLAZA PARTIDA

De todos los festejos que se celebraron durante esa época son muy destacados los de plaza partida. Se han celebrado seis de este tipo.

 El primero de estos festejos se celebró el 12 de Julio de 1.835. Se lidiaron 10 toros, los 4 primeros a plaza entera y los 6 restantes a plaza partida, levantándose la barrera divisoria en breve tiempo. Cuatro toros eran de la viuda de Montero y los 6 restantes de D. José M. Albareda, también de El Puerto, siendo lidiados por Juan Hidalgo, de San Fernando (Cádiz) y Luis Rodríguez, de Sevilla, actuando de media espada José Díaz “Mosquita”, de Cádiz y de sobresaliente Francisco Benítez “El Panadero”.

 El segundo fue el 1 de septiembre de 1.867, lidiándose 7 toros, 4 de Núñez Pardo y tres de Eduardo Shelly. En primer lugar se corrieron 3 a plaza entera que fueron estoqueados por Antonio Sánchez “El Tato”, y después se dividió el ruedo con la valla correspondiente y en competencia de ganaderías se lidiaron a uno y a otro lado los 4 restantes por el gaditano José Ponce y el cordobés Manuel Fuentes “Bocanegra”. Estos dos primeros festejos de los que se tienen noticias, se celebraron en plaza de madera en los terrenos del Ejido de San Francisco, en el mismo lugar donde está construida la actual plaza.

 La tercera corrida a plaza partida se celebró el 2 de septiembre de 1.883, es decir 3 años después de inaugurarse la actual plaza. Se lidiaron 8 toros de la ganadería de Ignacio Martín que fueron lidiados por Hermosilla, Labi, Bocanegra y Mazantini. Los 4 primeros toros se lidiaron a plaza normal y los restantes a plaza partida

 El cuarto de estos festejos tuvo lugar el 6 de agosto de 1.922. Fue una novillada con 8 toros de D. Francisco Molina. En primer lugar se lidiaron los 4 primeros novillos a plaza partida y los 4 restantes a plaza normal, previamente en el descanso se había desmontado las vallas. Actuaron Francisco Redondo, de Chiclana de la Frontera (Cádiz) y el asturiano Miguel Casielles. A plaza normal lidiaron el gaditano José Amuelo y el sevillano Domingo Correas Montes.

 El quinto de los festejos de este tipo se celebró el 31 de agosto de 1.958, en esta ocasión fueron 6 toros y 6 novillos, todos ellos de D. Carlos Núñez de Tarifa (Cádiz) que fueron lidiados por Rafael Ortega, Gregorio Sánchez y Juan Antonio Romero, los toros, mientras los novilleros fueron Pepa Alvarez, Emilio Oliva y Rafael de Paula. En esta ocasión el desfile de las cuadrillas se hicieron por puertas distintas y recorridos diferentes, habiendo doble puerta de toriles. También había dos bandas de música.

 El 14 de julio de 1.995 se celebra el sexto y, hasta el momento, último festejo de este tipo. Se corrieron 6 toros de los Hdros. de Cebada Gago para los matadores Francisco Núñez “Currillo”, Oscar Higares y Víctor Puerto, y seis novillos de Viento Verde, propiedad de los Hnos. Peralta, para José Luis Moreno, Gil Belmonte y Víctor Manuel.

Fuente: Plaza Real 1968