Carlos Crivell.- Estoy de acuerdo con quienes consideran que Núñez del Cuvillo le ha hecho un nuevo desaire a Sevilla. La empresa aceptó pagarle lo que exigía, volvería a Sevilla, una plaza a la que dejó de acudir por desacuerdo económico, y ahora que Tomás sale de toda posible combinación, se lleva sus toros. Me temo que cuando la empresa apartó la corrida, no quedó claro este aspecto que ahora matiza el ganadero de que “sólo iría a la Maestranza si actuaba José Tomás”. Al menos, la empresa parece que no se enteró en su momento. Y, además, ¿qué pasa con Cuvillo? ¿El que sea ahora la ganadería más apetecida le permite hacer lo que quiere? ¿Es que Sevilla no tiene la suficiente importancia como para lidiar una corrida de toros, cuando se la van a pagar con el máximo dinero, el mismo que ellos han impuesto? Después de esto, pienso que Cuvillo seguirá muchos años fuera de Sevilla. Y deben saber los ganaderos que Tomás no es eterno y que a un ganadero de postín le hace más falta la Maestranza que viceversa.

Todo lo que se cuente ahora tiene mucho de especulación siempre que no conozcamos con exactitud las cifras pedidas por el torero y las ofertadas por la empresa. Según el apoderado del espada, ha pedido lo que considera oportuno y en la misma línea de lo que ganará en plazas como Madrid y Bilbao. Si es así, la empresa Pagés no debe haberse sorprendido, porque en el toreo se sabe perfectamente lo que gana cada cual. Las cifras exigidas por el diestro pueden rondar los 350000 euros. La empresa ha podido ofertar alrededor de 250000. No son cifras reales, pero pueden ser muy aproximadas. Hay 100000 euros de diferencia. Es verdad que Tomás el año pasado ganó más de 250000 euros en plazas como Jerez, Córdoba o Málaga. Por tanto, la empresa sabía que esa oferta no la aceptaría el torero. Podríamos llegar a pensar que la empresa hubiera subido hasta los 300000 euros. Tomás quería torear en Sevilla con unos ingresos en consonancia con Bilbao o Madrid. Si baja, ¿qué habrían pensado quienes le han contratado anteriormente para esas plazas?

Desde el entorno de José Tomás se ha deslizado la posibilidad de torear en Sevilla y ceder los ingresos a una entidad benéfica, como ha ocurrido en Bilbao. Eso está bien, pero no se puede decir cuando las negociaciones se han roto. Eso supone que paga la empresa y los 350000 euros se dedican a fines benéficos. La empresa Pagés no es una ONG.

Viendo lo sucedido uno piensa que todas las partes tienen su cuota de responsabilidad en este fiasco. Me parece que la primera reunión, donde las partes salieron convencidas de que este año habría fumata blanca, fue una puesta en escena sin verdadero ánimo de llegar al final. ¿Cómo es posible que se hable de ganado y fecha y no del dinero, cuando todas las partes, y cualquier aficionado medianamente informado, saben que era el verdadero escollo a salvar? La empresa se ha movido, ha reseñado la de Cuvillo pero sabía que le iba a ofrecer una cantidad que el torero no aceptaría. El torero ha dejado entrever su ilusión por torear en la Maestranza, pero debió dejar claras sus apetencias económicas desde el principio.

Es verdad que pierde la afición sevillana. Pero a José Tomás hay que recordarle que por mucho que se empeñe, donde un torero de época tiene que torear el Domingo de Resurrección es en la Maestranza. Y lo mismo que le dije un día a Álvaro Núñez del Cuvillo, que en Sevilla se torea gratis si hace falta, ahora se lo recuerdo a José Tomás. A estas alturas, al margen de que la empresa sevillana no quiera pagar lo que parece que pagan otras, se puede decir que Tomás no ha hecho todo lo posible por hacer el paseíllo en Sevilla. La Maestranza es la coronación de un torero, y mientras no pise su albero en esta segunda etapa, siempre le quedará algo pendiente e incompleto. Torear gratis en Bilbao está bien, pero si lo hace en Sevilla se cubre de gloria eterna. Todavía está a tiempo, porque la temporada tiene más fechas. Hay momentos en la vida en la que los hombres tienen que dar un paso adelante. Es tu momento, José Tomás.