Carlos Crivell.- La Feria de Málaga de 2012 fue mediocre por el mal juego de los toros lidiados. La otra noticia de la feria fue la pobre asistencia de público a la plaza. No hubo ninguna corrida completa por su juego y apenas destacaron toros sueltos. En el balance artístico, Talavante con tres orejas fue el triunfador, aunque no debe olvidarse el buen nivel mostrado por el joven Saúl Jiménez Fortes. En general, entradas pobres, por debajo de lo esperado. Y un banderillero en la cumbre: Juan José Trujillo.
La Feria era un examen para la nueva empresa. La casa Chopera ha superado la prueba en cuestiones taurinas. Las divisas anunciadas eran de primer nivel. Se lidiaron completas las corridas anunciadas con la salvedad de la de El Pilar del sábado. La presentación ha sido correcta con algunas excepciones. Algunos toros de Garcigrande no dieron el nivel de una plaza de primera. En los corrales reinó la tranquilidad, al menos se procedió a sortear a la hora clásica de las doce de la mañana.
El bajo nivel de juego de los toros fue culpable de festejos muy aburridos. Tampoco el nivel medio de los matadores fue muy brillante. El toro actual es el que crían los ganaderos por las exigencias de los toreros. Y así sucede que feria tan importantes como las de Málaga tienen un nivel mínimo en cuanto a emoción. Y si no hay dinero en los bolsillos, ni emoción en los ruedos, es una quimera pretender que la gente vaya a los toros.
El ganado
Fracaso absoluto de las ganaderías anunciadas. No se lidió ninguna corrida buena en su totalidad. Se podrían salvar con mucha benevolencia las de El Tajo y La Reina y la de Jandilla. El resto, un desastre. La lista incluye a las de El Torero, Guardiola, Garcigrande, Alcurrucén y El Pilar. La nota dominante fue la falta de casta, excesiva mansedumbre y pocas fuerzas. La más mansa, la de Alcurrucén; la más floja, la de El Pilar, que sólo lidió tres toros. Descastadas, todas.
Hubo toros sueltos de buen juego. De la corrida de Joselito (El Tajo y La Reina), el toro cuarto fue excelente. Se llamó Francachela, nº 40. También se salvaron el primero y el segundo de la corrida del lunes. El encierro recibió un duro castigo en varas de forma incomprensible. También destacó el cuarto de Jandilla, de nombre Compositor, nº 25, que no aprovechó Javier Conde. Y se dejó por nobleza el tercero de mismo festejo. Finalmente, el quinto de Garcigrande, en la corrida de 16 de agosto, llamado Oleador, nº 118, fue otro toro noble. Muy poco para una feria de plaza de primera y ganaderías de lujo.
Los toreros
Se cortaron 14 orejas en la Feria de 2012. A la cabeza, con 3 orejas, Alejandro Talavante, que cuajó un ciclo bastante bueno. Su faena al sexto de Jandilla, toro manso, fue un ejemplo de buena lidia.
A continuación se sitúa el local Jiménez Fortes con dos trofeos. Ha estado valiente, dispuesto y ha lucido una excelente espada. Su paso por la Feria ha sido más que notable.
Han cortado una oreja cada uno, Juan José Padilla, Mari Paz Vega, Leandro y Miguel Ángel Perera. Entre los novilleros, Tomás Campos y Fernando Rey. Finalmente, los caballeros del festejo final, Hermoso, Ventura y Leonardo, completan el cuadro de honor. De todos ellos, destacó Perera en la mansada de Alcurrucén.
El tono general de toreros ha sido bajo. Para colmo, algunos de los toros buenos que se han lidiado no fueron bien aprovechados, como les pasó a Mari Paz Vega y Javier Conde. Reapareció sin ninguna brillantez Enrique Ponce. Algunos toreros lograron un fracaso grave, como Salvador Vega, que escuchó cinco avisos y uno de sus toros fue devuelto a los corrales. Sin relieve algunas figuras muy esperadas, casos de El Juli, Castella y Morante. En materia de toreros fue muy acusada la ausencia de Manzanares.
Las cuadrillas
Pobre balance final de las cuadrillas. No destacó de forma especial ningún picador. En la corrida de Guardiola, llamada a ser una exaltación de la suerte de varas, los varilargueros no se lucieron. En general se picó muy mal en todas las tardes. La cuadra de caballos de Bonijol, buena, ligera, pero a veces muy floja con derribos espectaculares.
Entre los banderilleros sólo un nombre por encima de todos. Juan José Trujillo, que ya con los palos, ya con los capotes, dio dos buenas tardes de toros a las órdenes de Jiménez Fortes, que lo ha recuperado para este ciclo. Saludaron con los garapullos Juan Antonio Trujillo y Óscar Reyes.
La autoridad y otros detalles
Ha sido una feria más tranquila en los corrales. Cuando llegaron las figuras se colaron toros con poco trapío. En cuanto a las orejas, ningún torero se hizo acreedor al doble trofeo. El palco atendió a la petición del público para conceder las primeras orejas, aunque en ocasiones no había mayoría. En general, los dos presidentes han mejorado de forma notable y len dado seriedad a la plaza. A pesar de ello, la figura de los alguacilillos sigue siendo decorativa. Y sobra el protagonismo de algunos delegados correteando por el callejón y llegando a molestar a los lidiadores.
El público de Málaga sigue pidiendo trofeos por labores medianas. No suelen tener en cuenta la suerte suprema para solicitarlos, de forma que se llegan a aplaudir bajonazos infamantes. A este ambiente contribuye la banda de música, que toca por sistema en todas las faenas. Al maestro no le importa lo que ocurra en el ruedo.