El matador de toros Manuel Escribano continúa evolucionando lenta pero favorablemente del grave percance que sufrió este sábado en Sotillo de la Adrada. Permanece en la UCI del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid). Ayer tomó líquidos, según manifestó el padre del torero.
De momento, los médicos han confirmado la buena evolución y han comentado que "es probable que no haya necesidad de volver a operar". Esa decisión quedó en el aire porque la cirugía realizada de urgencia fue para cortar la hemorragia y suturar la vena, pero el equipo médico nunca se sintió seguro de la necesidad de otra operación.
Posiblemente, mañana miércoles pueda salir de la UCI. Hay un pequeño problema que se ha presentado por la parálisis intestinal que le está produciendo molestias, pero se espera que al tomar alimento se solucionen.
Ayer fue visitado, como se aprecia en la foto, por Juan José Padilla y la torera Ángela para darle ánimos. El Ciclón de Jerez incluso le entregó una medalla con el cordón de su Cristo de la Salud y su Virgen de los Dolores. Le pidió a Escribano que la tenga consigo y que se la devuelva en la primera ocasión en la que ambos toreen juntos.