DCF 1.0Ha fallecido en Sevilla el matador de toros Julio Pérez Herrera “Vito”, una de las figuras señeras del toreo sevillano. El Vito, como era conocido, era un ejemplo de torería en la calle y en la plaza, algo que llevó a gala hasta sus últimos días en la capital sevillana, donde asistía diariamente a una reunión de afici0onados y profesionales donde prevalecía su concepto del toreo.

Hijo de Manuel Pérez “Vito”, novillero y banderillero, había nacido en Camas (Sevilla) el 24 de enero de 1928. La vocación por los toros le llegó por los antecedentes. Se puso el primer traje de luces en Ubrique el día 9 de abril de 1944. Fue un novillero de éxito,. Tomó la alternativa en Valencia el 1 de septiembre de 1946 de manos de Carlos Arruza en presencia de El Choni. El toro Sorillero, de Felipe Bartolomé, fue el de su doctorado. Confirmó en Madrid el 3 de octubre de manos de Curro Caro.

La carrera como matador de El Vito se caracterizó por los percances. Sufrió una cogida muy grave en Jaén ese año de 1946. En la Feria de Abril de 1947, el día 20 de abril, fue cogido por un toro de Guardiola, que le infirió una grave cornada en el muslo derecho. Estos percances influyeron de forma decisiva en los escasa actuaciones de los años 1948, 1949 y 1950. En 1961 renunció a la alternativa y se hizo banderillero. A pesar de esta renuncia, El Vito estaba considerado como el decano de los matadores de toros.

Como banderillero fue una gran figura, ya con el capote, ya con las banderillas. Actuó a las órdenes de toreros como Manolo Vázquez, Chamaco, Diego Puerta, Litri y Jaime Ostos. Su calidad como banderillero fue excepcional. La cuadrilla de Ostos, compuesta por El Vito, Luis González y Blanquito, marcó un tiempo en el toreo. Julio salía de la cara del toro andando después de colocar los palos en todo lo alto. En algunos festivales en Sevilla, El Vito puso las banderillas en los seis astados, tal fue su categoría como rehiletero.

Dejó los ruedos en 1965, aunque no abandonó su contacto con el toro. Se convirtió en un experto hombre de campo, donde trabajó para empresas y toreros con una singular capacidad para conocer al toro en su hábitat natural de la dehesa.

Además de uno de los banderilleros más grandes de la historia, El Vito fue un personaje singular. Su vida estuvo marcada por la torería, vivía en torero, de forma que fue el torero sevillano que con más ejemplaridad ejerció de torero en la calle. El Vito ha muerto como torero, porque hasta hace escasas fecha bajó, en un paseíllo glorioso, desde El Aljarafe a su reunión en El Cairo, lugar donde impartió sus lecciones de vida como torero. Fue torero las 24 horas del día. Descanse en paz.

Sus restos han sido llevados al Tanatorio de Camas. Mañana 30 de junio se oficiará una misa a las 9,30 y será enterrado en el cementerio de San Fernando a las 13.30.

(*) Julio Pérez Herrera “Vito” nació en Camas (Sevilla) el 24 de enero de 1928 y falleció en Sevilla el 29 de junio de 2016.