En su diversidad de orígenes, la ganadería de Joaquín Núñez del Cuvillo ha sentado los fundamentos de un toro de lidia que, tomando lo mejor de todas sus procedencias, se puede considerar ya como un encaste propio, por mucho que siga estando considerado como un a derivación de Domecq. La temporada 2004 para el ganado que pasta en El Grullo ha sido muy extensa y con amplias desigualdades. El encargado de la ganadería Alvaro Núñez Benjumea es quien hace el análisis de un año de toros.

“Me gusta hacer el análisis –comienza Alvaro- en comparación siempre con el año anterior. La temporada de 2003 fue para nosotros mucho más regular. Este año que ahora acaba comenzó bien con las corridas de Castellón y Valencia, pero hubo un bajón en Sevilla, donde algún toro fue bueno, pero que no es para estar satisfecho. Salió con nobleza pero sin fuerzas la de Jerez; en Madrid hubo algún toro bueno. También estamos medianamente satisfechos de lo que lidiamos en Nimes. No podemos estar contentos de Algeciras y Málaga, pero al final en plazas de menor importancia, como Los Barrios y Tarifa, sí que se lidiaron reses muy buenas, lo que pasa es que esas plazas tienen menos repercusión. También hubo toros buenos en Albacete, Arles y Valladolid, pero no es suficiente”.

Después de esta larga exposición, el mismo ganadero hace su reflexión definitiva, “porque han sido muchos toros buenos junto a otros carentes de calidad”. La define como “una temporada de altos y bajos que no debe ser bajo ningún concepto nuestra meta, sino que debemos exigirnos más para que la regularidad en lo bueno sea lo que predomine”.

Los detalles que hay que mejorar incluyen “las fuerzas de los toros, la preparación del toro y la calidad de la bravura, que es un proceso muy lento”. No admite que el alto número de toros que lidia su divisa vaya en detrimento de la calidad, “por ejemplo, lidiamos lo mismo que Victorino y nadie piensa que sea perjudicial para esa ganadería. Somos una ganadería relativamente joven y estamos en el camino de definir muchas cualidades de los toros”.

Se queja Alvaro de algo que ha sucedido en esto años. “En estos momentos nos están matando los toros espadas que tiene menos relevancia que lo que nos pasaba cando José Tomás lidiaba la camada completa. La ganadería parecía antes mejor, pero era la misma. No ha podido empeorar en dos o tres años”.

Considera que Núñez del Cuvillo “es un encaste propio como ocurre cuando una familia lleva ya algunos años con los mismos toros. Nuestro toro nunca será espectacular, que ya degustaría que lo fuera, pero apostamos más por el toro de clase para lograr la regularidad y proporcionar los triunfos a los matadores. En estos momentos se exige una mayor dosis de fiereza a los toros, pero sin salirnos de la clase como base de nuestras reses. Recuerdo algunas corridas nuestras que fueron premiadas en Sevilla hace años y que ahora no serían admitidas”.

Con relación a la temporada 2005, el ganadero opina que “no es fácil mejorar nuestra nota en las plazas de más categoría, si bien debemos siempre avanzar algo. Por ejemplo, puedo adelantar que la corrida de Sevilla queremos que sea de mayor acometividad o fiereza que estos años atrás”.

Para este año 2005, “el número de corridas debe bajar algo con relación al de este año, aunque volveremos a Valencia, Hellín, Granada, Madrid, Barcelona, Jerez, Albacete, Valladolid, Linares, en total unas doce corridas de toros. Este año la camada tiene menos cara, pero esta es una característica que nos afecta a todas las ganaderías”.

EL TORO MAS COMPLETO DEL AÑO

“No es fácil elegir el toro que más satisfecho nos ha dejado este año. Pero por la propia trascendencia de la plaza elegiría al número 27, de nombre Lanzafuego, lidiado en Madrid por Serafín Marín el 25 de mayo. Lo que pasa es que no me puedo olvidar de un toro que toreó Javier Conde en Tarifa, que fue excepcional, lo que pasa es lo al ser una plaza de menor trascendencia siempre pasa más desapercibido, También es verdad que se trataba de un toro con un trapío para Tarifa. Definitivamente, me quedo con el número 27 que tuvo mucha calidad en su embestida”.En su diversidad de orígenes, la ganadería de Joaquín Núñez del Cuvillo ha sentado los fundamentos de un toro de lidia que, tomando lo mejor de todas sus procedencias, se puede considerar ya como un encaste propio, por mucho que siga estando considerado como un a derivación de Domecq. La temporada 2004 para el ganado que pasta en El Grullo ha sido muy extensa y con amplias desigualdades. El encargado de la ganadería Alvaro Núñez Benjumea es quien hace el análisis de un año de toros. “Me gusta hacer el análisis –comienza Alvaro- en comparación siempre con el año anterior. La temporada de 2003 fue para nosotros mucho más regular. Este año que ahora acaba comenzó bien con las corridas de Castellón y Valencia, pero hubo un bajón en Sevilla, donde algún toro fue bueno, pero que no es para estar satisfecho. Salió con nobleza pero sin fuerzas la de Jerez; en Madrid hubo algún toro bueno. También estamos medianamente satisfechos de lo que lidiamos en Nimes. No podemos estar contentos de Algeciras y Málaga, pero al final en plazas de menor importancia, como Los Barrios y Tarifa, sí que se lidiaron reses muy buenas, lo que pasa es que esas plazas tienen menos repercusión. También hubo toros buenos en Albacete, Arles y Valladolid, pero no es suficiente”. Después de esta larga exposición, el mismo ganadero hace su reflexión definitiva, “porque han sido muchos toros buenos junto a otros carentes de calidad”. La define como “una temporada de altos y bajos que no debe ser bajo ningún concepto nuestra meta, sino que debemos exigirnos más para que la regularidad en lo bueno sea lo que predomine”. Los detalles que hay que mejorar incluyen “las fuerzas de los toros, la preparación del toro y la calidad de la bravura, que es un proceso muy lento”. No admite que el alto número de toros que lidia su divisa vaya en detrimento de la calidad, “por ejemplo, lidiamos lo mismo que Victorino y nadie piensa que sea perjudicial para esa ganadería. Somos una ganadería relativamente joven y estamos en el camino de definir muchas cualidades de los toros”. Se queja Alvaro de algo que ha sucedido en esto años. “En estos momentos nos están matando los toros espadas que tiene menos relevancia que lo que nos pasaba cando José Tomás lidiaba la camada completa. La ganadería parecía antes mejor, pero era la misma. No ha podido empeorar en dos o tres años”. Considera que Núñez del Cuvillo “es un encaste propio como ocurre cuando una familia lleva ya algunos años con los mismos toros. Nuestro toro nunca será espectacular, que ya degustaría que lo fuera, pero apostamos más por el toro de clase para lograr la regularidad y proporcionar los triunfos a los matadores. En estos momentos se exige una mayor dosis de fiereza a los toros, pero sin salirnos de la clase como base de nuestras reses. Recuerdo algunas corridas nuestras que fueron premiadas en Sevilla hace años y que ahora no serían admitidas”. Con relación a la temporada 2005, el ganadero opina que “no es fácil mejorar nuestra nota en las plazas de más categoría, si bien debemos siempre avanzar algo. Por ejemplo, puedo adelantar que la corrida de Sevilla queremos que sea de mayor acometividad o fiereza que estos años atrás”. Para este año 2005, “el número de corridas debe bajar algo con relación al de este año, aunque volveremos a Valencia, Hellín, Granada, Madrid, Barcelona, Jerez, Albacete, Valladolid, Linares, en total unas doce corridas de toros. Este año la camada tiene menos cara, pero esta es una característica que nos afecta a todas las ganaderías”. EL TORO MAS COMPLETO DEL AÑO “No es fácil elegir el toro que más satisfecho nos ha dejado este año. Pero por la propia trascendencia de la plaza elegiría al número 27, de nombre Lanzafuego, lidiado en Madrid por Serafín Marín el 25 de mayo. Lo que pasa es que no me puedo olvidar de un toro que toreó Javier Conde en Tarifa, que fue excepcional, lo que pasa es lo al ser una plaza de menor trascendencia siempre pasa más desapercibido, También es verdad que se trataba de un toro con un trapío para Tarifa. Definitivamente, me quedo con el número 27 que tuvo mucha calidad en su embestida”.