El Club Taurino Tafallés y el ayuntamiento de esta ciudad celebraron la gala de entrega de los premios correspondientes a su feria taurina. En este acto, celebrado en la Casa de Cultura de Tafalla, estuvieron presentes los premiados Oliva Soto, por la mejor faena, Emilio Huertas, como mejor novillero, y Salvador Martín Losada, propietario de la ganadería de Los Recitales, por haber presentado el toro más bravo. Sólo faltó a la cita el matador de toros Juan José Padilla, triunfador de la feria, por tener que torear en una población gaditana. Nombrado hace cuatro años socio de honor de esta entidad, tras recoger el trofeo al toro más bravo –por "Ventisquero", número 23, negro mulato, lidiado por Oliva Soto-, Salvador Martín Losada, que ha lidiado nueve años en Tafalla y en siete de ellos ha logrado el premio al mejor ejemplar, analizó la situación actual de crisis. "En mi ganadería, los únicos que no la han notado son los toros y las vacas. Bromas aparte, hasta llegar la crisis, todo estaba sobrecargado. Pero ahora la estamos superando con mucha afición. Los que se habían metido en este mundo sin tener afición estaban haciendo mucho daño, tirando los precios, entre otras cosas. Al final, la crisis va a servir para que nos quedemos los que nos tenemos que quedar, los verdaderos profesionales, los que llevamos al toro en el corazón", aseguró el criador de bravo.
En este mismo sentido, Oliva Soto, ganador del trofeo a la faena más artística, fue claro. "La crisis se ha notado en todos los escalafones del toreo, en el de matadores, novilleros y rejoneadores. Se han celebrado muchos menos festejos pero se ha ganado mucho en la calidad de los carteles", argumentó el espada sevillano. Por su parte, Emilio Huertas, novillero apoderado por el tudelano Juan Luis Ruiz, se manifestó en la misma línea. "Los que nos ponemos delante de los toros tenemos nuestro precio. Por fortuna, yo no he notado la crisis. He sumado 27 novilladas, tres festivales y un paseíllo en Perú, lo que no está nada mal", dijo el joven novillero de Ciudad Real.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 