Alrededor de una veintena de periodistas taurinos asistieron entre las más de cien personas que se personaron para conocer las combinaciones del abono en el Salón de Carteles de la Maestranza. El acto se ha convertido en un encuentro multitudinario, en parte para conocer de primera mano los carteles; en parte porque la Real Maestranza tiene el detalle de sacar copas y bandejas de jamón ya finalizado el motivo de la reunión.

José Enrique Moreno fue ofreciendo la palabra en primer lugar al gerente de la empresa Pagés, Ramón Valencia, y posteriormente a su hijo Ramón Valencia Canorea. El empresario leyó los carteles y enumeró los datos de los mismos. A continuación, Valencia Canorea, comentó los detalles económicos (suben las entradas como el IPC), al tiempo que recordó la existencia del abono joven a 450 euros la temporada y la posibilidad de acogerse al bono cultural. En realidad, a esas alturas, todo el mundo estaba ya esperando las preguntas y las explicaciones sobre los detalles más polémicos de los carteles.

Al principio, Ramón Valencia definió al abono como “sólido, rematado y equilibrado. Vamos, es una Feria de lujo”. Agradeció el compromiso de Morante para torear cinco tardes en el abono y dijo que “aquí se premia al que triunfa”. La rueda de prensa posterior a la presentación de los carteles fue algo tensa en relación con la ausencia de Emilio de Justo y la caída de la ganadería de La Quinta. El debate lo zanjó pronto el empresario Ramón Valencia cuando manifestó que “en los 25 años que llevo presentado los carteles, nunca he faltado a mi palabra, si es que la había dado”. Más adelante afirmó que “nunca se le promete a una ganadería la fecha en la que lidiará sus toros”. Ahí zanjó el debate, que tuvo continuidad cuando se le preguntó si habría contemplado la oferta de Emilio de Justo para matar en solitario la corrida de La Quinta, si hubiera llegado antes. “Es una guerra sin armas”. En la fase de corrillo posterior, se nos dijo que le había ofrecido a De Justo un mano a mano con Escribano con los toros de la familia Martínez Conradi, en la semana previa a farolillos, que rechazó el torero. Tampoco había querido lidiar las corrida de La Quinta y Victorino antes de farolillos. 

Con relación a la posibilidad de que Juan Ortega hubiera sido contratado para el Domingo de Resurrección, comentó “nunca se ha contemplado, aunque entiendo el arraigo que tiene el torero con Sevilla. Para esa fecha, además de Morante, hemos querido potenciarlo con dos toreros de Puerta del Príncipe el año pasado”.

Se le demandó sobre la ausencia de Oliva Soto – con trofeos en sus últimas actuaciones en Sevilla – y la presencia sempiterna de El Fandi, carente de triunfos de valor en 25 años. La respuesta fue “todos no caben”. Y añadió que el periodista podía preguntar a El Fandi sobre los motivos por los que está contratado en Sevilla.

El otro punto caliente fe la cuestión de la televisión. “A día de hoy no hay ninguna oferta de televisión que se convincente”. Dijo que ONE Toros había sido un proyecto ilusionante en su momento, pero que se ha venido abajo por cuestiones económicas”. Con relación a Cana Sur, el empresario dejó claro que “no me ha llegado ninguna oferta, aunque tampoco conozco sus posibilidades reales para dar la Feria”.

A esas alturas, la impresión es que había pocas cosas más que preguntar, aunque nadie se acordó de Fernando Adrián, Fortes, Paco Ureña, Rafael Serna o El Astigitano (antiguo Ángel Jiménez). Tampoco hubo requerimientos sobre la abundancia de toreros como Castella, Manzanares o Talavante, que ocupan 8 puestos en el abono. O si Cayetano tenía méritos para despedirse de Sevilla con su historial sobre el ruedo sevillano. Esperaba la copa, siempre brillante, degustada por la inmensa masa que acudió a conocer los carteles de la Feria de Abril de Sevilla