Fotos: Álvaro Pastor Torres

Carlos Crivell.- La vuelta de Fuente Ymbro se quedó solo en la fachada de los toros, bien armados, sin grasa, explosivos de salida y apagados durante la lidia. A la corrida no se la picó en condiciones. Al primero lo pusieron muy mal en suerte con la indiferencia de la plaza; el resto apenas recibió un mínimo castigo. La decadencia de la suerte de varas es ya clamorosa. A pesar de las salidas con gas y una suerte de varas empequeñecida, casi todos los toros llegaron con poca vida a la muleta. Es cierto que hubo un toro bueno, de mayor duración y de mucha nobleza, el cuarto, pero fue el rey en el paisaje de tuertos de los toros de Ricardo Gallardo. Como suele ocurrir en estos casos, a la corrida le faltó casta para aguantar una lidia completa. Ha sido una vuelta agridulce la de los toros jerezanos. Se explica que no haya tortazos por anunciarse con ellos en las ferias, al menos en las de primera.

La terna estuvo por encima de la corrida. Todo ello contado con los debidos matices. Así, el toro bueno, el cuarto pudo merecer una faena más reunida por parte de Lama, pero no se le puede pedir a un torero que apenas torea que cuaje a un buen toro. Se fue a portagayola para recibir a Tramposo. Ya enhiesto, lanceó con limpieza. En su quite se lució Calerito a la verónica. Comenzó la faena en el terco y el toro le apretó mucho por su prontitud y embestida alegre. Lo sacó al centro, le dio distancia y compuso una labor de mano derecha con muletazos bien encadenados y bien rematados. Se vio apurado en algún trance por la encastada embestida del animal. La única tanda con la zurda salió templada. El toro se frenó algo y al final fue más difícil engancharlo, pero su labor quedó salpicada con algunos de la firma o del desdén de bella factura. Todo ello y una estocada dieron paso a la oreja de la tarde.

En el que abrió plaza, un toraco aplaudido a la salida, tal vez por su morrillo y una cornamenta agresiva, Lama estuvo tan afanoso como falto del temple preciso para dominar una embestida algo descompuesta.

Lo mejor de Calerito fue fu disposición toda la tarde, lo que se expresó en su intervención en quites en los toros primero y cuarto. El torero de Aznalcóllar le dio distancia al segundo y se lució con temple por la derecha. Solo duró dos tantas. Cuando se echó la muleta a la izquierda se frenó y acabó mortecino. No le quedó más que meterse en los terrenos del animal.

Esa disposición se puso de manifiesto en el quinto, al que recibió con la izquierda con la muleta plegada. El animal había sido corretón y flojeó mucho en los primeros tercios. En la segunda tanda con la izquierda fue cogido de forma impresionante. No parecía llevar cornada, pero el golpe fue tremendo. Se repuso y volvió a la cara del toro con gallardía para torear sobre la derecha. Al final fue nuevamente cogido. Ahora el golpe fue en la rodilla derecha. Casi imposibilitado, haciendo un enorme esfuerzo, pudio rematar al toro. La vuelta al ruedo fue el justo premio a su labor. 

Muy buena la impresión de Samuel Navalón en la tarde de su presentación como matador de toros en Sevilla. Recibió a sus dos toros a portagayola. Se hizo presente en los quites del segundo y el quinto. En suma, su labor con la muleta con el tercero fue de un torero sereno, que conoce ya bien el oficio, y que no está exento de cierta calidad. De mucha enjundia fue el comienzo por estatuarios. Es cierto que le enguacharon la muleta en algunos momentos, pero su labor fue de entrega y mucho mérito. De manera rutinaria acabó con las consabidas bernadinas. Escuchó un aviso antes de entrar a matar. El sexto, un toro muy deslucido, de media arrancada y escasa clase, no le permitió rematar la tarde.

El nuevo horario de las siete de la tarde condiciona que se salga de la plaza pasadas las nueve y media. Y eso que la corrida de ayer no fue de las más largas. En lo que se viene de feria se llegará a las tres horas. Es sencillamente intolerable.

Plaza de toros de Sevilla, 27 de abril de 2025. Segunda de abono. Media plaza. Seis toros de Fuente Ymbro, bien presentados, de juego desigual, el mejor el cuarto, por bravo y noble; el resto, apagados y justos de raza.

Lama de Góngora, de nazareno y oro. Estocada tendida (saludos). En el cuarto, estocada (una oreja).

Calerito, de verde botella y oro. Media tendida y estocada atravesada (saludos). En el quinto, pinchazo y estocada (vuelta al ruedo).

Samuel Navalón, de blanco y oro. Estocada (vuelta al ruedo). En el sexto, dos pinchazos y estocada caída (silencio).

Saludaron en banderillas Juan José Domínguez y Fernando Sánchez. Calerito fue atendido de un traumatismo en la rodilla derecha con limitación en las maniobras de flexión y extensión. Se recomienda estudio radiológico. Se traslada a hospital. Pronóstico: grave.