En el tercio de banderillas del primero llegó la emoción al tendido. Vestido de azul y plata, José Manuel Montoliú colocó dos pares de gran calidad. El segundo de ellos con estilo propio de la casa, en los mismos terrenos donde el 1 de mayo de 1992 ocurrió la tragedia de su padre. Los pares fueron buenos, pero Sevilla, siempre señorial, respondió con esa elegancia que la adorna y le obligó a saludar montera en mano.
DON TANCREDO. En la lidia del primero se produjo uno de esos momentos que llaman la atención al tendido. El toro pasó rozando a David Mora, que se quedó firme sin mover un músculo. Puro Don Tancredo.
CUADRILLAS. Además del citado Montoliú, entre las cuadrillas destacaron Félix Rodríguez, en banderillas, y César del Puerto toda la tarde. Los picadores no tuvieron su mejor día ante la de Fuente Ymbro.
MOZOS DE ESPADAS. Los mozos de espada deben saber de todo, y especialmente coser. El terno de López se partió en el primero. El mozo se afanó en coser el estropicio como pudo, pero pronto se volvió a abrir la banda del terno.
¡TORO FUERA!. Así gritó a su picador López Simón durante el tercio de varas del tercero. Era la orden de no picar en el primer puyazo. En la segunda entrada tampoco se picó.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño.