Las novilladas de desarrollo nocturno comenzaron con desigual fortuna. El encierro de Bohórquez fue manso y de poca clase, excepto el mal presentado quinto, que exhibió templanza. El primero embistió rebrincado y fue muy molesto para su lidiador. El segundo y el tercero fueron mansos, mientras que el cuarto se desentendió de las telas y de las suertes. El quinto, muy escuálido, fue noble, mientras que el sexto acabó muy pronto cuando parecía que era un novillo de más clase.
La novillada se la llevó Cristiano Torres que puso en marcha su toreo bullicioso para lograr la atención del tendido. Es un torero moderno que abusa de los pases por la espalda, los rodillazos, los circulares y las bernadinas, pero que tiene la virtud de acaparar con facilidad la atención popular. Al segundo le puso muchas ganas en una labor de arrebato, firmeza y cierto temple, todo dentro de un estilo torero excesivamente forzado con la figura muy encorvada. Se lo había brindado a Paco Ojeda. Descargó la suerte, toreó con la pierna de entrada adelantada, en una labor de más entrega que pureza. Fue cogido de forma espectacular y resultó indemne de forma milagrosa. Este percance y los circulares sumaron para una petición de oreja insuficiente.
Al noble quinto lo saludó con buenas verónicas. Comenzó de rodillas con una arrucina y siguió con tandas templadas por la derecha mientras el toro mantuvo su ritmo. Venido a menos, Torres se arrimó, se metió entre los pitones, dibujó circulares, es decir un toreo de masas que fue bien aceptado por la plaza. La estocada dio paso a la oreja.
Lo mejor de Uceda Vargas fueron tres lances a la verónica al cuarto de verdadera categoría. El que abrió plaza embistió rebrincado y descompuesto, además de no tener recorrido. Uceda trasteó animoso sin más logros. El cuarto fue muy manso y el torero de Gerena lo persiguió en distintos terrenos. No era fácil ligar dos muletazos seguidos con un novillo que salía desentendido en cada pase. No se le puede negar la voluntad como mayor virtud, así como la estocada al primero de su lote.
El Mene tropezó con un manso imposible en primer lugar. Su labor fue corta de probaturas para irse pronto por la espada. Se le esperaba con interés por los antecedentes de otras plazas. El sexto salió con muchos pies. Lo saludó con lances de buen corte. Tras un buen tercio de varas de Alberto Sandoval y los pares de José Manuel Hernández y Pablo García, el novillero de Zaragoza lo citó de largo con la derecha, para templar muletazos de buena factura. La faena se compuso de tres tandas de toreo templado. El novillo se fue aplomando, perdió recorrido y la faena se embarulló. Lo mató bien y unos pocos pidieron la oreja, pero luego su labor fue silenciada.
Plaza de toros de Sevilla, 12 de junio de 2025. Novillada de abono. Media plaza. Seis novillos de Fermín Bohórquez, correctos de presencia excepto el quinto más chico, manso y escasos de raza. Fue noble el quinto.
Uceda Vargas, de grana y oro. Estocada (saludos9. En el cuarto, pinchazo y estocada (saludos).
Cristiano Torres, de canela y oro. Estocada contraria (vuelta al ruedo tras aviso). En el quinto, estocada (una oreja).
El mene, de verde hoja y oro con remates negros. Estocada trasera (silencio). En el sexto, estocada (silencio tras mínima petición).
Saludaron en banderillas José Manuel Hernández y Pablo García. Picó bien al sexto Alberto Sandoval. Los tres novilleros debutaron en Sevilla con picadores. Cristiano Torres brindó el segundo a Paco Ojeda.