Pedazo de festival para abrochar la temporada en Sevilla. Y homenaje grande a Curro Romero, feliz en el palco del Aero, al que los seis espadas le brindaron sus toros. Fue un festival de tronío porque el toro lidiado respondió en general con clase y nobleza. Fue una tarde de toreo de mucha calidad en los seis participantes. El festival se recordará mucho tiempo porque hubo toros y hubo toreros. La plaza se llenó casi por completo y Curro fue feliz al sentir el cariño incondicional de la afición con sus vítores y aplausos en todos los brindis.
Todo comenzó con un toro maso de Núñez del Cuvillo, que fue noble en la muleta de Diego Urdiales por el pitón derecho. El torero riojano enjaretó naturales de mucha enjundia, la faena bajó de nivel en una tanda con la diestra y con la izquierda de nuevo no pudo ligar los pases.
El Cid toreó un gran novillo de Fuente Ymbro, encastado, noble y con clase. A tan buen enemigo lo lució, como ha hecho siempre, el de Salteras en una faena de enrome temple, suavidad e inteligencia. Cuidó al animal en las primeras tandas a media altura y al final lo sometió por abajo. Respondió el animal y por ambos pitones de nuevo se nos ofreció el mejor Cid.
La faena de Daniel Luque a un toro de Zacarías Moreno fue un conjunto de casta, valor e inteligencia. Había realizado un quite por tafalleras de hermosa ejecución. Los naturales y derechazos del comienzo, con el mando por bandera, convencieron al toro, que embistió mucho hasta quedar aplomado. Luque se arrimó como una fuera, sacó muletazos inverosímiles y casi se mota encima del animal. Y un estoconazo de postre.
Oliva Soto sorprendió porque se mostró torero y entregado como si hubiera toreado cuarenta corridas en la temporada. Y no se ha vestido de luces. Su trasteo fue hondo con muletazos de marcado acento personal. Embistió con calidad el de El Parralejo y los aprovechó de principio a fin el torero de Camas. Derechazos profundos y un cambio de manos para enmarcarlo. Lo mató con acierto y paseó dos orejas que le supieron, con toda seguridad a gloria.
El mejor toreo de capote de la tarde lo firmó Pablo Aguado con el toro de El Vellosino. Tres verónicas por el pitón izquierdo fueron de impacto grande, por su lentitud, empaque y elegancia. Realizó dos quites, uno por delantales y otro por chicuelinas. Toreo de capote en su mayor expresión. La faena fue un compendio de toreo exquisito, todo muy despacio, todo con ese sello de toreo bueno de Aguado. Algunos muletazos fueron de clamor, como un kikirikí, un trincherazo o uno de la firma. Ala vista de cómo iba la tarde no se explica que solo le pidieran una oreja.
Todo acabó con otra lección de buen toreo por parte de Javier Zulueta. El novillo fue muy blando, la gente protestó., pero se repuso para llegar noble al final. Zulueta toreó con regusto exquisito, sobre todo por el pitón derecho. Acabó con naturales de frente, un homenaje al toreo sevillano. Falló con la espada y todo quedó en una sonora ovación.
Plaza de toros de Sevilla, 20 de octubre de 2024. Lleno. Festival a beneficio de la Hermandad de Los gitanos y de nuevo Futuro. Homenaje a Curro Romero, al que todos los participantes le brindaron su toro.
Diego Urdiales: ovación y saludos.
El Cid: dos orejas.
Daniel Luque: dos orejas.
Oliva Soto: dos orejas.
Pablo Aguado. Una oreja.
Javier Zulueta: ovación y saludos
Se interpretó el himno nación al antes del paseíllo. Curro Romero asistió al festejo desde el palco de ganaderos del tendido 2. Saludó en banderillas Juan Maguilla.