
Podría mencionar a muchas, pero les ruego a todas que me permitan que me centre en una de ellas, la empresa de Carmelo García, como representante de todos. A la chita callando, en una labor infatigable, con imaginación y una buena dosis de talento, Carmelo se ha convertido en un empresario más que fiable. Su actividad sin descanso le permite anunciar eventos llenos de interés con mucho tiempo de antelación. Son ese tipo de acontecimientos que en la dinámica de la temporada pueden pasar desapercibidos, sobre todo en las esferas altas de la redacciones taurinas, por mucho que los informadores de provincia nos empeñemos sin éxito en darles su importancia.
En la temporada recién finalizada, una de esas corridas con sello especial fue la que se celebró en Utrera, la cuna del toro bravo, y en la que se lidió por primera vez un lote de Miura. Fue algo emocionante y, al final, histórico, porque se indultó un toro de la divisa de Zahariche. Entre mis mejores recuerdos del año quedará la lidia de Tahonero por parte de un pletórico Manuel Escribano. Fue una corrida que organizó Carmelo.
Cuando aún no ha finalizado el año, Carmelo ya ha anunciado que el 22 de agosto de 2020 se lidiará una de Miura en el coso del Pino de Sanlúcar de Barrameda para la denominada corrida Magallánica. Se cumplirán los 120 años de la plaza. Avisados quedan. En Utrera salió una corrida más que bien presentada y de buen juego, algo que puede repetirse en la hermosa localidad sanluqueña. Quiero acabar el año felicitando a estas empresas, como la de Carmelo, que trabajan con tanta excelencia.