El salón de Carteles de la Real Maestranza de Sevilla acogerá el jueves 21 de junio un acto de especial simbología en el que se conmemorará el bicentenario del nacimiento del matador de toros Curro Cúchares. A partir de las 12,30 de la mañana se ha preparado un programa de actos en el que participarán Santiago Sánchez Tráver, que hablará de ‘Cúchares, el torero que dio nombre al arte de la tauromaquia’; Álvaro Pastor Torres, que disertará sobre ‘La Sevilla de Cúchares, la ciudad entre 1830 y 1868’; a continuación, José María Lobo abordará el tema de ‘Cúchares en la Hermandad de San Bernardo’, para finalizar José Sánchez Hipólito, descendiente del mítico torero, con una charla sobre ‘La familia de los Cúchares’. Cerrará el acto el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza, Santiago León Domecq. 

Francisco Arjona Herrera, Curro Cúchares, nació en Madrid de forma circunstancial el 20 de mayo de 1818. Se le considera sevillano del barrio de San Bernardo. El padre era banderillero y se colocó en el Matadero tras abandonar la profesión. A su muerte, en 1928, su hijo Francisco entró de aprendiz en el Matadero. Por vía materna era descendiente de Curro Guillén y de Costillares. Cúchares fue alumno de la Real Escuela de Tauromaquia de Sevilla que dirigió Pedro Romero. Poco después entró en la cuadrilla del diestro Juan León. El 6 de junio de 1942 toma la alternativa en Madrid ya como primer espada. Desde el año 1845 hasta su muerte en 1868 ocupa un lugar de privilegio en el toreo. Fue muy destacada su competencia con El Chiclanero.

Curro Cúchares dio nombre al toreo como el arte de Cúchares. Su principal aportación fue la de torear con la derecha con la espada montada y lograr dar muletazos a los toros, que hasta entonces eran muertos a estoque de manera inmediata. Cúchares cita y logra muletazos en redondo como innovación que es la antesala del toreo moderno. En 1867 fue padrino en Madrid de la alternativa de su hijo Francisco Arjona ‘Currito’. Su hija salud se casó con el matador Antonio Sánchez ‘El Tato’. Toda la familia estuvo vinculada a la Hermandad de San Bernardo, de la que fue Hermano Mayor, como también lo fue El Tato. El 21 de junio de 1868, con cincuenta años, toreó por última vez en Sevilla. En invierno viajó a La Habana.  No llegó a torear porque cayó enfermo y murió el 4 de diciembre del citado de 1868. Sus restos fueron trasladados a España en 1885 y están depositados en la Iglesia de San Bernardo a los pies del Cristo de la Salud.   

A %d blogueros les gusta esto: