Carlos Crivell.- La ganadería de Albarreal ha emergido en la temporada de 2010 con reses de excelente juego, lo que la sitúa en un lugar de privilegio ante la temporada venidera. El representante de la divisa es Guillermo García Palacios. La familia García Palacios ha hecho una apuesta firme por el toro, no en balde también son los propietarios del mítico hierro de Concha y Sierra.

Guillermo hace un análisis mesurado y sincero de la temporada. “Lo primero que lidiamos fue un festival en Córdoba, luego seguimos en Istres en un mano a mano entre Espartaco y Castella; seguimos en Soria con El Juli, Perera y Joselito Adame; la siguiente fue en Ayamonte, lidiamos algunos toros en Málaga y acabamos en Albacete, con Ponce y Talavante. También lidiamos un toro en la encerrona de Castella en Nimes”.

El punto culminante de temporada según Guillermo fue, “sin dudas, la corrida de Albacete. Los cuatro toros salieron buenos, pero hubo dos que colmaron nuestras expectativas, además de estar bastante bien presentada, porque el toro de Albacete no tiene nada que envidiarle al de plazas de primera”. No le gustó el festival de Córdoba, “porque aunque es verdad que llovió mucho, llevamos cinco reses de una punta que no era la nuestra de siempre y salió mal la cosa. El bueno de verdad fue el de Albarreal y lo lidió Juan Bautista. Ese festival me quitó de Córdoba y Granada”.

Para el año 2011 hay preparados 62 toros de las que esperamos que puedan salir 7 corridas de toros. “El pasado año fue de accidentes de los toros en el campo, al menos diez toros se lesionaron en el campo, en Málaga hubo dos cornadas y en Albacete se dañaron tres; son cosas que pasan con los toros”.

La ganadería de Albarreal es de origen Marqués de Domecq y Martelilla, aunque también hay algo de Juan Pedro. “Lo del Marqués ha tenido siempre muy buen cartel, aunque ahora es algo menor. Nos gustaban los toros del Marqués por algunas características definidas: toros muy prontos, buen galope y tenían mucha caja para poder lidiar en plazas importantes. Siempre he creído que es mejor refinar un toro con mayor volumen que lo contrario. Nuestra tarea ha sido refinar estos toros”.

En cuanto al comportamiento, Guillermo García Palacios apunta que “los toros de esta procedencia tenían prontitud y galope, pero le faltaban dos puntos: humillación y capacidad para rebozarse. La lucha en la selección ha sido buscar un toro que humillara más y que se rebosara en la embestida”.
 

El otro aspecto que ha sido fundamental en Albarreal ha sido “la de hacer una buena labor comercial en el campo, se ha tratado de cuidar mucho que las figuras que vinieran a casa se fueran encantados, porque para que la ganadería entre en las ferias, la tienen que demandar los toreros. Cuando haya demostrado su calidad ya la buscarán las empresas. Desde el primer momento nuestros toros los lidiaron toreros de primer nivel. En 2004, nuestro primer año, lidiamos en Nimes, Madrid, Ciudad Real y plazas similares. Ha sido muy agradable que los toreros nos pidieran los toros, pero creo que ha sido por el trabajo hecho en el campo”.

El toro Violín que se lidió en Málaga marcó la nota más alta del año para Albarreal. “Era uno de los que estaba destinado para Albacete. Nosotros no lidiamos sobreros, pero me llamaron de Málaga pidiendo cuatro toros para una corrida ordinaria. Los embarcamos por la mañana del mismo día. Los toros no llegaron a tiempo y se quedaron de sobreros de forma excepcional. Mi idea es que fueran a Albacete pero tuvieron que saltar al ruedo. Es un toro cuyo padre ha dado excepcional y con una buena madre. Tenemos hermanos de padre que se lidiarán en buenas plazas este año”.

Guillermo no se cansa al hablar de Violín. “Fue un toro que fue muy franco, pronto, con gran transmisión al galope, obediente, con mucha capacidad para humillar por el lado izquierdo. Además, tomó tres varas, duró mucho y peso 587 kilos. Es un toro que resume nuestros ideales como ganadero. Nos gustan los toros que quieren coger la muleta para que el torero pueda desarrollar lo que lleva dentro. Ha sido el toro más importante de Albarreal en plazas de primera y nuestra obligación es criar muchos parecidos”.

La ganadería tiene unas 320 vacas, “pero hemos vendido algunas este mismo año, lo que supone una gran ilusión porque han llegado pidiendo nuestras vacas como las de mejor momento de encaste Domecq. Lo ideal sería que pudieran lidiarse 10 corridas de toros y alguna novillada”.

Con relación a las plazas principales, como Sevilla y Madrid, el ganadero lo tiene claro: “En el futuro queremos lograr que nuestra ganadería tenga el reconocimiento de los toreros y las empresas. Estamos ya preparados para poder lidiar en Sevilla y en Madrid. Hay que seguir trabajando para lograrlo. Los retos son fundamentales. Si lidiamos en Sevilla sería maravilloso, no hay ningún problema”.

En la pasada temporada los mejores resultados se lograron de mitad de año en adelante. Quiere perfeccionar la alimentación y el manejo, “hay que dar con la fórmula perfecta. Entiendo que los animales necesitan un manejo y una alimentación buenos, además de la selección. Si lidiamos en la segunda mitad del año los toros estarán más tiempo preparándose. La selección debe ser siempre la misma, pero los animales deben estar preparados para poder desarrollar lo que llevan dentro. Las exigencias a los toros de ahora sin enormes y hay que prepararlos con tiempo suficiente”.

Opina que “el trato sanitario que se le da a la cabaña brava desde la administración debe cambiar, porque no es lo mismo el manejo de un manso que un bravo. Hay enfermedades que están diezmando las ganaderías de bravo”. También le preocupa el coste de los piensos, “que supera los precios razonables. El toro bravo tiene que tomar pienso, sobre todo los machos”.

En cuanto al toro en la plaza, cree que “hay que cuidar la labor comercial con los toreros y las empresas. Hay que buscar alguna fórmula uniforme para los reconocimientos. En Francia las cosas funcionan mejor, y allí están muy contentos. Un toro de una plaza de primera debe valer para todas las de la misma categoría”.

El caso de José Tomás

El mejor ejemplo de una buen a labor en el campo es lo ocurrido con José Tomás. “Tenía el torero mucha ilusión en tentar en Concha y Sierra, supongo que por la historia de esa ganadería, pero allí conoció mi ganadería de Albarreal con una vaca extraordinaria con la que disfrutó mucho, que era procedencia de Martelilla. José Tomás no había toreado ni un toro de Martelilla y la toreó en San Isidro en 2002. Gracias a una vaca en mi casa lidió esa ganadería en Madrid”.

Escuela de mayorales

Para Guillermo García Palacios “es importante que haya mano de obra cualificada, es decir que debe haber más escuelas de mayorales y vaqueros. Hay que tomar ejemplo de regiones como Extremadura que tiene Escuela de Mayorales. En nuestras ganaderías hay personas que trabajan con ellas y han nacido en la misma finca. El sacrificio de la vida del campo es muy grande”.

Publicado en la revista Aplausos el día 7 de febrero de 2011

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