Buen acorrida de rejones en Almería, cpon el triunfo de Hermoso de Mendoza y buena tarde de Bohórquez y Ventura, que se perdió la puerta grande por el rejón de muerte.

Sánchez y Sánchez / Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Ventura

Seis toros de Ángel Sánchez y Sánchez, bien presentados y de buen juego con mención especial para el segundo, extraordinario.

Fermín Bohórquez: vuelta y dos orejas.
Hermoso de Mendoza: dos orejas y una oreja.
Diego Ventura: saludos y saludos.

Plaza de Almería, 2ª de Feria. Tres cuartos de entrada. Bohórquez y Hermoso salieron a hombros.

Carlos Crivell.- Almería

Saltan al ruedo caballos nuevos montados por Pablo Hermoso, equinos maravillosos, jóvenes y toreros, y sobre ellos permanece el navarro, tan joven como siempre, ilusionado en esta nueva aventura de formar y presentar nuevas estrellas del toreo. Cuando Pablo espolea a sus caballos vuelve a ser el de siempre; mejor que el de siempre, un caballero rejoneador en permanente transformación. Es un caballero eterno. Pasan los caballos y sigue el caballero.

Su tarde en el coso almeriense fue explosiva por esa mezcla perfecta de clasicismo y señorío con las gotas precisas de espectacularidad que ahora son necesarias en el torea a caballo.

Salió una muy buena corrida de Sánchez y Sánchez, de encaste murubeño, que fue buena piedra de toque para los rejoneadores. El triunfo de Hermoso, especialmente su redonda labor en el segundo, fue el momento culminante del festejo.

Ese segundo fue excelente. Hermoso sacó a Chenel para correr a dos pistas y meterse por los adentros con seguridad pasmosa. No sólo fue Chenel, también Espartano rayó a un gran nivel con los cites en corto y las piruetas, para acabar con Manzana. Un curso de buena monta, acierto al clavar y conexión con el tendido. A tan buen toro, un caballero en vena, que mató a la primera y cortó dos orejas muy fuertes.

Con el quinto fue el turno de Silveti e Ícaro, también brillantes, especialmente el segundo, que les habla a los toros cara acara y clava tras quebrar de forma inmensa. Ahora el descabello le quitó otro triunfo rotundo.

Fue una buena corrida de rejones. Y lo fue porque Bohórquez y Ventura también rayaron a buen nivel. El jerezano hizo una faena sobria y medida en el que abrió plaza, tan vez demasiado por llamativa para ser el toro de la apertura. Se desquitó en el quinto, donde con esa maravilla que es Nevado colocó dos enormes pares a dos manos y acertó con el rejón de muerte. Se llevó dos orejas y el aprecio popular.

Diego Ventura no salió a hombros, algo que es noticia. No salió poeque se le atascó el rejón de muerte en el que cerró plaza. Con ese toro echó toda la carne en el asador para llevar al tendido su monta espectacular, a veces rayando en lo osado porque expone demasiado a sus caballos. Sin embargo, los quiebros de Cheke, muy en corto, y los balanceos de Ginés enloquecieron al respetable. Tenía premio fuerte pero necesitó hasta ocho intentos de rejones para acabar con el de Sánchez.

Con el tercero, el toro tal vez de menos juego, estuvo más sereno y sobrio, aunque intentó el típico mordisco con Morante y se lució sobre el espléndido Nazarí, pero fallo con el descabello y se quedó sin trofeos.

Este festejo era una novedad en la programación de Almería. Ha sido un acierto porque el público lo reclamaba y la realidad de lo sucedido ha justificado el anuncio. La realidad es que es una corrida que ha confirmado que por Hermoso no pasa el tiempo. Es un caballero eterno en su calidad, entrega y calidad.

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