La imagen que perdurará de esta corrida fue la alternativa de Julio Benítez. Cuando Juan Serrano se disponía a cederle los trastos, llamó al padre del toricantano, El Cordobés de toda la vida, que salió al ruedo, vestido con ropa de calle y zapatillas blancas, para ser el auténtico padrino de su hijo. Por una vez, la salida de un paisano al ruedo estaba justificada. Benítez tenía ganas de ser el padrino de su hijo. El nuevo torero cortó una oreja al de la alternativa. Finito cumplió bien el en segundo y Cayetano dejó muestras de su toreo.

Cuatro toros de Domingo Hernández y dos, primero y segundo, de Román Sorando. Los de Hernández, muy mal presentados, con especial mención del tercero; mejores los de Sorando, de los que el segundo fue un sobrero que se jugó por otro del mismo hierro que se partió un pitón. Los de Hernández, de poco juego el tercero y el cuarto. Bueno, el quinto, el sexto, pésimo.

Finito de Córdoba: media tendida (una oreja) y dos pinchazos y descabello (palmas tras aviso).
Cayetano: estocada honda y dos descabellos (saludos) y estocada atravesada y tres descabellos (saludos).
Julio Benítez «El Cordobés» (alternativa): media trasera (una oreja) y dos pinchazos y cinco descabellos (palmas tras aviso).

Plaza de Córdoba. 6ª de la Feria. Dos tercios de plaza. El Cordobés tomó la alternativa con el toro Batidero, nº 10 de Román Sorando. Su padre, Manuel Benítez, salió de paisano a cederle los trastos.

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