José Luis López.- Julio Aparicio y Manzanares salieron a hombros de la plaza de Antequera en la corrida celebrada el pasado viernes 20 de agosto, aunque la corrida no acabó de responder a las expectativas.

Plaza de toros de Antequera
Viernes 20 de Agosto de 2.010
Primer festejo de La Real Fiesta de Agosto.
Algo más de ½ entrada en tarde calurosa
Toros de Murube, manejables y aceptablemente presentados en líneas generales, permitieron estar a gusto a los toreros, pero ninguno rompió en bravo. Salieron abantos y corretones en el primer tercio, cumpliendo todos con un puyazo cortito y llegando a la muleta nobles, aunque con las fuerzas y la raza muy justa. El 3º fue devuelto y sustituido por otro de la misma ganadería.
JULIO APARICIO: de nazareno y azabache. Estocada tendida (Oreja) y estocada (Oreja)
MORANTE DE LA PUEBLA: de catafalco y oro. Estocada casi entera y descabello (Silencio) y pinchazo y estocada (Petición y saludos)
JOSE MARIA MANZANARES: de purísima y oro. Estoconazo (Oreja) y estocada (Oreja)
INCIDENCIAS: ½ entrada en tarde calurosa. Aparicio y Manzanares salieron a hombros.

JOSE LUIS LOPEZ. .- ANTEQUERA.

Se celebró ayer el primer festejo de la Real Feria de Agosto en Antequera, un festejo que había levantado expectación entre los aficionados, pero que, esta expectación, no se vio plasmada en la asistencia de publico al bonito coso antequerano, que solo se lleno en muy poco mas de la mitad. Así están las cosas, a 60 euros la entrada más barata de sombra

Julio Aparicio, recibió a su primero con suaves laces en el tercio. Con la muleta, después de brindar al público, enjareto una faena templadita y falta del ritmo necesario para calentar el ambiente, en la que destacaron algunos redondos de su personal toreo. La estocada tendida, no fue óbice para que el amable público antequerano pidiera y obtuviera un trofeo para el torero sevillano. En el cuarto, de nuevo se lucio con el capote en las verónicas de recibo y en un quite por chicuelinas. En el último tercio hay que destacar la disposición y la entrega de Aparicio, que con un toro que le duro muy poco estuvo porfión y con ganas. Otra buena estocada y otra oreja para el torero.

Morante sorteó un primer toro muy parado con el que el diestro de La Puebla, perdió menos tiempo que el que un servidor, esta consumiendo, tratando de narrarles a ustedes lo que le hizo. Dos muletazos por bajo y ante la imposibilidad de sacar nada, se fue a por la espada y lo pasaporto al otro barrio, ante el enfado general, que una vez abatido el morlaco se convirtió en un respetuoso silencio. Con el quinto, vimos el mejor toreo de capote de la tarde, a un toro que se abría demasiado, queriéndose marchar después de cada lance, Morante lo enhebró en los vuelos del percal y le instrumento una serie de verónicas lentas y de manos muy bajas que reconciliaron a torero y publico. Un publico que se puso de pie para aplaudir el tercio de banderillas que protagonizó el matador. Ante la actitud de José Antonio, se presagiaba una faena de toreo del grande, pero este solo llego con cuenta gotas, debido a las pocas ganas de embestir con que llego a la muleta el astado. Un pinchazo precedió a la estocada, y la petición fue grande, pero en esta ocasión al Usía no le salieron las cuentas con los pañuelos y se llevo una gran bronca por no conceder la oreja.

José Maria Manzanares, con un sobrero del mismo hierro, no pudo lucirse en el primer tercio. Comenzó la faena de muleta con toreros pases por bajo, un gran pase de pecho y un excelente cambio de manos. La cosa prometía, el toro algo sosito, dejaba estar a gusto al alicantino por los dos pitones, pero la faena careció de continuidad y ligazón, aunque consiguió algunos muletazos de muy buena factura. Con la espada, un cañón. Con el sexto, quizás el toro mas potable de la corrida, tampoco hubo lucimiento con el capote y con la muleta, no fue el Manzanares templado y reposado, al que nos tiene acostumbrados, por el contrario los muletazos con la diestra, largos y templados resultaron algo acelerados y con la zurda no hubo acoplamiento, se enfado ago mas en la ultima tanda con la diestra y como volvió a dejar un gran aspadazo, la oreja viajo a sus manos, y junto a Julio Aparicio, salio a hombros de la plaza.

El Monarca, Fernando VI, que concedió el privilegio de celebrar esta Real Feria de Agosto en 1.748 y cuyo retrato preside el Palco Presidencial de la plaza, no estaría muy contento del festejo de hoy, del que todos esperábamos bastante más.