Manzanares y Fortes, a hombros. Foto: Rocío de la Oliva Martos

Rocío de la Oliva Martos.Hace noventa años se celebró la primera corrida goyesca en Antequera, la segunda más antigua de España y no por detrás de Ronda, sin embargo ya van veinticinco ediciones seguidas con la de hoy. El cartel estaba compuesto por Morante de la Puebla, José María Manzanares y Fortes, que sustitutía a Cayetano, tres toros de Garcigrande – Domingo Hernández (1º, 5º y 6º) que se dejaron y tres de Bohórquez ( 2º, 3º y 4º) muy parados. Todos ellos justos de presentación. La plaza, con 3/4, se llenó de ilusión.

Morante de la Puebla, con el detalle de una trenza de espiga, hizo el toreo al ralentí. Puso muchísima voluntad ya que el astado tenía un punto justo de fuerzas, pero recibió a la verónica y dejó miles de detalles barrocos en la muleta, estocada en el sitio y una oreja para el sevillano. 

En el segundo no tuvo suerte y lo despachó todo lo rápido que su espada le permitió.

Las dos caras de la moneda vivió José María Manzanares, en el primero no pudo dar ni un pase, el toro no acudía ni a un palmo de la muleta, pésimo, el peor toro de la corrida. Sin embargo en el quinto se hizo honor al dicho. No estaba sobrado de fuerzas, pero metía la cara y el temple de Manzanares sirvió para que el público antequerano enloqueciera. La compostura, herencia de su padre, y su mano izquierda nos hicieron presenciar algo poco visto en su toreo, la quietud, con la mano izquierda lo citó de frente y lo vaciaba a todo lo que la largura de su brazo le daba. Dos orejas con petición de rabo para el alicantino.

Fortes, que ha ganado poso, nos defraudó con la espada. Tras cuajar una gran faena sin ningún pero al tercero, no metió la espada y sentenció de un bajonazo. Inició y acabó la faena de rodillas, con un arrimón incluido y su público entregado. Una oreja.

Igual de rotundo y seguro pisó por la plaza para dar muerte al último de la tarde, sobre todo, lo sometió hasta donde quiso por el pitón derecho. Una oreja con petición de segunda, que debió ser considerada por el presidente.

Antequera, tres cuartos de plaza, tres toros de Garcigrande y tres de Fermín Bohórquez.

Morante de la Puebla, de celeste y azabache, oreja y aplausos.

Manzanares, de celeste plomo y azabache, aplausos y dos orejas.

Fortes, de verde oliva y oro, oreja y oreja.

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