La calle San Jacinto de Sevilla se convirtió en una placita de toros con numerosos jóvenes toreando. Muy cerca del Altozano, con Belmonte con testigo, Triana se llenó de toreo gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla y a Juventud Taurina de Sevilla, que organizaron una clase practica para explicar los distintos momentos de la lidia.

El protagonista principal fue Francisco Rivera “Paqurri”, que fue recorriendo y explicado las suertes de la tauromaquia con la ayuda del periodista Álvaro Rodríguez del Moral. Paquirri toreó con el capote y la muleta ante una multitud de sevillano y la mirada de los niños. A su lado, el matador de toros Eduardo Dávila Miura y los toreros de Triana, representados por Curro Puya, El Pío, José María Susoni y Finito de Triana. También asistieron alumnos de la Escuelas Taurina, sobre todo de la de Amate con su profesor Curro Camacho a la cabeza.

Cuando Paquirri finalizó de torear llegaron los momentos mágicos del encuentro. Dávila Mira, que dirige la Asociación de Aficionados Prácticos de Sevilla, toreó mientras el propio Rivera hacía el toro. Los toreros trianeros volvieron a tomar el capote y la muleta para dibujar lances y muletazos de ensueño. Y llegó al explosión con los niños aficionados, desde el más pequeño de 3 años al mozalbete de 15, que mostraron sus habilidades en el toreo de salón en el corazón del barrio.

El concejal de Participación Ciudadana, Beltrán Pérez, entregó unos recuerdos a los participantes. Juventud Taurina, por medio de su presidente, Álvaro de la Rocha, hizo lo propio, para acabar todo con la generosidad de Francisco Rivera atendiendo a una multitud que quería hacerse la foto y una tener una firma.

Triana se convirtió en una gran plaza de tientas gracias a esta iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla y al entusiasmo de Juventud Taurina de Sevilla, siempre con el apoyo de los profesionales, en esta ocasión un torero famoso que se vio invadido por la adhesión del pueblo.
 

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