Rejones_CórdobaCarlos Crivell.- Finalizó la Feria de Córdoba con un buen espectáculo de rejones y la salida a hombros de los tres caballeros rejoneadores, Fermín Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Diego Ventura.

Plaza de Los Califas, 31 de mayo de 2015. 4ª de Feria. Media plaza. Seis toros de Bohórquez de presencia y juego. Mansos el primero y el tercero. Buenos segundo, cuarto y sexto.

Fermín Bohórquez: silencio y dos orejas.
Hermoso de Mendoza: dos orejas y una oreja.
Diego Ventura: una oreja y dos orejas.

Encuentro de toreo a caballo con las dos grandes figuras del rejoneo. Ese detalle, sin embargo, no llevó mucha a gente a la plaza. Todo sería diferente si la evidente rivalidad entre Hermoso y Ventura tuviera eco en la calle y se enfrentaran en la plaza, sobre todo en las de máxima responsabilidad. Ellos torean juntos con un tercero en contadas ocasiones, como ha ocurrido en Córdoba. Deberían asociarse en más plazas y crear un ambiente de competencia extremo para animar el cotarro.
Además, tienen tanta calidad como rejoneadores que es un placer presenciar sus actuaciones sobre el ruedo. Con una corrida muy desigual de Bohórquez, Hermoso dio el primer toque en el toro segundo. No vino a Córdoba Disparate, de forma que con Ícaro y Berlín fraguó una faena pletórica de buen toreo a caballo. Los pares a dos manos de las cortas sobre Pirata despertaron un clamor. Como acertó con el rejón de muerte, las dos orejas cayeron en sus manos.
La respuesta de Diego Ventura fue tremenda. Esperó a portagayola a su toro con la garrocha en una imagen de profundo sabor campero. Y sacó a toda su artillería con un toro muy manso. Se equivocó. Sueño no es un caballo para torear a un manso en tablas. La lidia fue perfecta, pero es un detalle que a veces puede pasar desapercibido para el gran público. Tampoco estuvo muy atinado con los rejones de muerte y el premio quedó en una solitaria oreja.
En cuarto, como para aliviar la tensión, Fermín Bohórquez lidió de forma perfecta a un buen toro de su casa. El jerezano montó a Rubia de salida y se lució a dos manos sobre Melero. Fue un toreo a caballo medido, sin sustos, muy señorial. El remate fulminante le puso en las manos las dos orejas. No había podido lucirse en el que abrió plaza, al que castigó mucho en dos rejones de salida y el toro lo acusó en la lidia.
Así las cosas, Hermoso tropezó con otro toro mansito al que toreó sobre Berlín y Dalí con mucho temple y suficiencia. El par a dos manos de las cortas sobre Pirata desató la euforia y tras matar a la segunda entrada volvió a pasear una oreja.
A Diego Ventura le hacía falta un triunfo grande para salir a hombros. Sabiendo de su caracter ganador no podía estar satisfecho a la salida del sexto. Lo paró de manera magistral sobre Maletilla. Volvió a salir Sueño al ruedo para exhibir su doma y su torería a raudales. Los cites de largo marcha atrás para quebrar en una loseta fueron explosivos. Qué caballo es Sueño, la perla de Diego Ventura para ir de alboroto en alboroto por las plazas españolas. Ya en en plan de dominio absoluto, repitió una banderilla en la que la plaza se vino abajo. El valor del caballo, la calidad del caballero de La Puebla, todo fue un espectáculo del mejor y más intenso rejoneo. Con Remate acabó su grandiosa faena que logró la unánime aceptación del tendido. Ahora hubo vibración en Los Califas. Ese Sueño es un caballo que puede marcar un tiempo nuevo en el rejoneo. A pesar de no acertar a la primera, cortó las dos orejas y los tres caballeros se fueron a hombros por la Puerta de los Califas.

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