Morante-y-TalavanteÁlvaro R. del Moral.- La presencia de Morante -que podría estar pendiente de un hilo- es la única tabla de salvación posible para la próxima Feria de Abril que no contará con El Juli, Miguel Ángel Perera ni Alejandro Talavante

Con un pie fuera y otro dentro… La gestación de la feria de Sevilla se encontraría varada en tierra incierta. La última palabra de Morante, que tendría frenado el definitivo encaje de los toreros de la segunda línea habría vuelto a demorar la presentación de unas combinaciones que se están haciendo de rogar más allá de lo aconsejable. Se han esbozado algunos carteles en la prensa que, posiblemente, no tengan nada que ver con los encajes definitivos. La Feria –peligrosamente- permanece abierta y con el calendario apuntando a los Idus de Marzo aún no se ha producido la inevitable y dudosa carrera de primicias. El caso es que la Real Maestranza ya tiene su cartel pictórico, una evocación de los trofeos decimonónicos firmada por Juan Fernández Lacomba con acento contemporáneo. También ha hecho pública la identidad del pregonero taurino, nada más y nada menos que Fernando Sánchez Dragó. Pero los Pagés siguen esperando y desesperando para poner la guinda a un ciclo en el que vuelven a pesar demasiado las ausencias devolviendo posos amargos que se creían felizmente superados. Desgraciadamente no es así y las preguntas, las dudas y el verdadero alcance de esta espantada casi general retornan de nuevo. El cuento de la lechera del respeto empieza a cansar al santo Job. Sólo esperamos que a esta batería de incomparecencias no se sume una más que podría tener consecuencias funestas y alcance desconocido. Algunas caras son un poema….

Cinco tardes para Morante de la Puebla. El diestro cigarrero tiene encima de la mesa las ganaderías que ha querido y hasta cinco tardes por cumplir en una temporada que, sin su comparecencia, habría que rediseñar de arriba a abajo. Las dudas sobre su definivo reencuentro con el coso del Baratillo surgieron a la vez que Talavante anunciaba que no estaría en Sevilla. Lo hizo a través del micrófono que le prestaba Juan Ramón Romero pero, sobre todo, en una tarde americana –en el ruedo venezolano de Mérida- compartida con el propio Morante que no dice ni sí ni no, sino todo lo contrario. Y hablando del extremeño: se le habrían ofrecido hasta tres tardes en la temporada sevillana, incluyendo el cartel del Domingo de Resurrección junto al de La Puebla y Manzanares, única gran figura amarrada en los despachos de la calle Adriano que podría sumar hasta cuatro paseíllos sevillanos en 2015.

Sí pero no. Dicen que los nuevos apoderados de Talavante habrían dado una conformidad inicial a la oferta que fue desbaratada por el propio torero, no sabemos si por causa del maldito parné, que ahora se llama “respeto”, o bajo el influjo del nuevo paraguas que le protege de la lluvia. Él sabrá pero algunos argumentos ya no vale. Su ausencia es un suma y sigue pero no tiene -ni de lejos- el peso de otros de sus compañeros indignados. Y el viaje a ninguna parte de Morante, su respuesta demorada, podría complicarlo todo. Mientras tanto -como en Granada- todo es posible aún. Que Lama tome la alternativa en Farolillos -parece seguro que con Manzanares en el cartel- y que Garrido ajuste un doctorado a la altura de sus propios merecimientos aunque el chico está pasando las duquelas negras después de ver pasar en blanco las ferias de Olivenza y Valencia que sólo han servido para demostrar que la famosa Fusión Internacional por la Tauromaquia –la gestación de la feria de Fallas ha sido un auténtico despropósito- es más de lo mismo. Volviendo a Sevilla: A Garrido le habrían ofrecido actuar en la novillada de intermedio del domingo 12 de abril antes de cerrar su alternativa en el ciclo continuado aunque el futuro matador no andaba por la labor de matar utreros. Ya veremos…

Publicado el 17 de febrero de 2015 en la edición impresa de El Correo de Andalucía.

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