Carlos Crivell.- La noche se vistió con sus mejores galas en el auditorio del Cartuja Center de Sevilla para estrenar la película “Curro Romero, el maestro del tiempo”, justo en el mismo día en el que el gran mito sevillano celebraba su 88 cumpleaños. La película es una coproducción de Womack Studios y Canal Sur, dirigida por Curro Sánchez, bajo la idea de Juan Carlos Conde y con la producción ejecutiva de Alberto García Reyes y Pedro Chicote. Además de la película estrenada, el director de Canal Sur, Juande Mellado, anunció que se emitirá en la televisión andaluza un documental con 5 capítulos, los dos primeros el 9 de diciembre en horario de máxima audiencia. Este documental ha sido dirigido por José Escudier. Asistieron infinidad de personalidades, desde políticos hasta artistas de todo tipo, tales como los consejeros de la Junta Elías Bendodo y Patricia del Pozo; el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz; el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos; Ricardo Sánchez, delegado del gobierno de la Junta en Sevilla, y José Luis Sanz, candidato del PP a la alcaldía de Sevilla. Junto a ellos, presencias como la del arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo, y el biógrafo del diestro, Antonio Burgos. A los que se sumaron un nutrido grupo de flamencos, artistas y gente del toro, tanto matadores como banderilleros, ganaderos y profesionales taurinos variados. Sería imposible mencionarlos a todos, pero asistieron Espartaco, Manuel Díaz El Cordobés, Pepín Liria, Manuel Escribano, Miguel Ángel Perera, Pablo Aguado, Juan Ortega, Tomás Campuzano, Alejandro Talavante, Joselito, Juan José Padilla, Dávila Miura, Oliva Soto, Esaú Fernández, Manuel Carbonell, Diego Urdiales, Diego Ventura, Fermín Bohórquez, Juan Pedro Domecq, Emilio Muñoz, El Tato, Martín Pareja Obregón, Rafael Chicuelo, Javier Conde y José Luis Moreno, entre otros.

Tras la salida al escenario de los responsables de la película y el documental, que lo hicieron tras una intervención de Los del Río, salió al escenario la cantaora Marina Heredia, que cantó aquello de “Me dijo Curro una vez, que difícil es comer despacito cuando hay ganas de comer”. A continuación, subió el periodista José María García para hablar de sus vivencias y recuerdos con Curro. Lo importante, sin embargo, era la película, que fue ofrecida a continuación. Durante cerca de 90 minutos se desmenuzó da manera detalla la vida del torero, pero al mismo tiempo se fue salpicando de intervenciones que ponían el dedo en la llaga de la emoción. Como protagonista y comentarista de su propia existencia, Curro Romero desgranó desde el salón de la Dehesa del Castillo, la querida finca de su amigo Gabriel Rojas, sus recuerdos y sensaciones.

Es difícil condensar las sentencias rotundas de Curro Romero, pero al oyente se le quedan grabadas las palabras sobre el silencio y la soledad. De este última dijo que, “no cuesta nada y no te peleas con ella”. Toda la esencia vital del currismo y la profundidad del torero se recogen en una sucesión de imágenes históricas, en las que se habla de triunfos y fracasos, de valor y miedo, de responsabilidad y de sacrificio.

Por la pantalla, además del Faraón, fueron apareciendo personajes como Espartaco, Pablo Aguado, Juan Echanove, Sabina, Andrés Calamardo, Pansequito, Aurora Vargas, Farruquito, Antonio Burgos, Carlos Herrera, José María García, Miquel Barceló, Miguel Poveda, el fallecido Gonzalito, su esposa Carmen Tello, Alberto García Reyes, su hija Concha y sus nietos.

La película aborda el arte del toreo y todas las artes, especialmente el flamenco, con la simbiosis perfecta de la fiesta y el cante, donde la presencia de Manolo Caracol, Camarón de la Isla, Pansequito y Rancapino cobran fuerza con desmesurado interés.

Hay mucho toreo de Curro, como es natural. Se comprueba la evolución en el tiempo de sus formas, de manera que hay un camino de más a menos en cuanto al ritmo y la velocidad, porque Curro ha acabado toreando muy despacio, parando el tiempo, lo mismo que hay un factor humano que ha ido de menos a más, de la humildad, el silencio y la soledad, a la comunicación y la expresión de sus sentimientos más vitales. Todo eso, y mucho más, es Curro Romero, el maestro del tiempo.

Todo es un canto a la humildad de una persona, así como su sencillez y nervios templados, capaz de aguantar los improperios de las malas tardes, o aquel incidente cuando un espectador saltó al ruedo en Madrid y le empujó hasta derribarlo al suelo. Curro, con el descabello en la mano, se limitó a mirarlo con mucha compasión.

El final es de apoteosis, cuando Curro manifiesta que lo más importante de la vida es el amor, en su caso el que ha sentido por Carmen, y que le gustaría ser eterno para poder reírse mucho. Y dijo Curro que “lo daría todo por ser torero otra vez”, aunque alguna vez también dijo que con el toro tan grande de ahora, quizás no sería torero.

Al finalizar la proyección, el auditorio estalló en una cerrada ovación de varios minutos de duración, al tiempo que se cantaba el Cumpleaños feliz. Curro subió y allí fue arropado por todos los toreros y artistas presentes en el acto, más de cien personas sobre el escenario, mientras cerca de dos mil, se rompían las manos para rendir homenaje al vencedor del tiempo, que ahora ha visto agrandada su leyenda.

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