
Es evidente que Luque no es muy afortunado en apoderados. Este año su presencia en los ruedos ha caído de forma notable. Todavía le están pasando factura algunas de sus declaraciones de hace tiempo, como cuando afirmó que en veinte toros sería figura del toreo. De su personalidad no puedo decir nada, ya que siempre ha sido correcto y amable con la prensa y conmigo en particular. Se habla de su carácter, pero lo que importa es cómo torea. Y Luque torea muy bien, ya con el capote, ya con la muleta. Ahora llegará otro apoderado. Espero que encuentre su sitio en la Fiesta, que lo tiene, porque no se puede perder así de esta forma quien está tan capacitado para esta profesión.