Peris2Luis Carlos Peris.– Eestábamos en la morosa tarea de las votaciones para conceder los premios taurinos y, como el tramo final de la Feria ha sido de indiscutible brillo, se iba a varias repescas, a esa segunda ronda con la que se intenta dar con el ganador a la par que se pretende eludir el premio Sahara. El premio Sahara es como alguien del jurado calificó dejar una distinción desierta y no puede usted hacerse una idea de la de partidarios de dejar el premio sin premio que hay. El colmo era que llegasen dos toreros, o dos toros, o dos ganaderías, o dos picadores a esa segunda ronda y ganase el Sahara. No tengo nada que objetar a unas votaciones secretas, que es lo democráticamente paradigmático, pero resulta complicado entender cómo el premio al triunfador de una Feria que fue tan de menos a más para un gran final se quedó sin adjudicatario en favor del muy premiado desierto.

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