Eduardo Canorea, gerente con Ramón Valencia de la empresa Pagés, no se anda por las ramas. Aclara que Tomás y Cayetano han venido a Sevilla porque no han querido; matiza que un cartel de Tomás y dos más es imposible en Sevilla, pide disculpas a Pepín Liria y se confiesa amigo y admirador de El CId, al tiempo que manifiesta no saber si su padre, Diodoro Canorea, era amigo de Curro Romero

A %d blogueros les gusta esto: