El aficionado sólo pide que le respeten

Luis Carlos Peris.- AFORTUNDAMENTE, todo tiende a ser como siempre debería haber sido en cuanto a la posición que ha de ocupar el toreo en nuestro tiempo. En estos días se han producido acciones encaminadas a la defensa de la Fiesta y, aunque tardó, al fin todo llega. En Francia nos llevan mucha ventaja en ese aspecto, pues los aficionados galos nunca se dejaron avasallar por los antitaurinos. Y que conste que no tengo nada contra el antitaurino respetuoso que, claro, no va a los toros, pero que no molesta a ese prójimo que sí es aficionado a un espectáculo que aún está dentro de la legalidad. Sí hay que dar respuesta a esos que se apostan en la puerta de la plaza y que hasta llaman asesinos a los que se encaminan a ella. Creo que la autoridad bien haría en proteger al ciudadano que no molesta al vecino y poner pies en pared como, al fin, parece que lo están poniendo los aficionados.